Quito, (PL) La justicia de Ecuador condenó hoy a 16 años de prisión a cinco policías que fueron declarados culpables de asesinar a ocho personas de manera extrajudicial en 2003, en la ciudad portuaria de Guayaquil.
Tras 11 días de audiencias, el tribunal presidido por Wilson Merino declaró culpables a los uniformados Erick S., Douglas Y., Héctor F., Ricardo Y. y Luis S., y además de la prisión estableció que deben pagar indemnizaciones a los familiares de las víctimas, reportó la agencia Andes.
En 2003 un comando policial fuertemente armado irrumpió en una farmacia de Guayaquil donde supuestamente ocurría un asalto y asesinaron a ocho personas que presuntamente serían los atacantes, mientras otros cuatro individuos desaparecieron.
Sin embargo, peritos que analizaron las evidencias concluyeron que no hubo enfrentamiento entre los oficiales y los supuestos asaltantes, en tanto estos últimos recibieron disparos por la espalda mientras estaban sometidos contra el piso.
También determinaron que las armas halladas en el lugar, atribuidas a los presuntos delincuentes, fueron colocados posteriormente, con lo cual se alteró la escena del crimen.
La justicia decidió además que el Estado presente disculpas públicas por los crímenes.
En las audiencias del caso conocido como Las Dolores comparecieron numerosos testigos, incluido el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, quien ocupa ese cargo desde 2000.
Por otro lado, sigue pendiente el juicio contra otros siete procesados que están prófugos, entre ellos el mayor Eduardo G., quien lideró el operativo.
Tras 11 días de audiencias, el tribunal presidido por Wilson Merino declaró culpables a los uniformados Erick S., Douglas Y., Héctor F., Ricardo Y. y Luis S., y además de la prisión estableció que deben pagar indemnizaciones a los familiares de las víctimas, reportó la agencia Andes.
En 2003 un comando policial fuertemente armado irrumpió en una farmacia de Guayaquil donde supuestamente ocurría un asalto y asesinaron a ocho personas que presuntamente serían los atacantes, mientras otros cuatro individuos desaparecieron.
Sin embargo, peritos que analizaron las evidencias concluyeron que no hubo enfrentamiento entre los oficiales y los supuestos asaltantes, en tanto estos últimos recibieron disparos por la espalda mientras estaban sometidos contra el piso.
También determinaron que las armas halladas en el lugar, atribuidas a los presuntos delincuentes, fueron colocados posteriormente, con lo cual se alteró la escena del crimen.
La justicia decidió además que el Estado presente disculpas públicas por los crímenes.
En las audiencias del caso conocido como Las Dolores comparecieron numerosos testigos, incluido el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, quien ocupa ese cargo desde 2000.
Por otro lado, sigue pendiente el juicio contra otros siete procesados que están prófugos, entre ellos el mayor Eduardo G., quien lideró el operativo.