Image copyrightAFPImage captionMichelle Obama emocionó a algunos de los presentes durante su discurso.
La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, logró emocionar al público con un electrizante discurso en la Convención Demócrata que empezó en la noche del lues.
Michelle habló apasionadamente y puso a los niños en el centro del discurso, en el que mostró un apoyo sin fisuras a Hillary Clinton en su batalla por la presidencia contra el candidato republicano, Donald Trump.
En él defendió la importancia de que el próximo presidente de Estados Unidos sea una persona ejemplar, alabó la perseverancia y seriedad de Hillary Clinton y lanzó un par de dardos a Donald Trump, el candidato del Partido Republicano, sin mencionarlo ni una sola vez.
Estas son algunas de las mejores frases del discurso de Michelle Obama.
1. Una casa hecha por esclavos
Image copyrightGETTY IMAGESImage caption"Me levanto cada mañana en una casa construida por esclavos".
"Hoy, me levanto cada mañana en una casa que fue construida por esclavos, y veo a mis hijas, dos mujeres negras, jóvenes e inteligentes, jugando con sus perros en el césped de la Casa Blanca".
2. Un país grandioso
En una referencia clara a Donald Trump (cuyo slogan es "Hacer Estados Unidos grandioso de nuevo"), la primera dama criticó a aquellos que creen que Estados Unidos ha dejado de ser un país grande.
"No dejes que nadie te diga que este país no es grandioso, que de alguna manera hay que volver a hacerlo grandioso. Porque este, ahora, es el país más grandioso del mundo".
Image copyrightREUTERSImage captionLa primera dama de Estados Unidos lanzó un par de dardos a Donald Trump sin mencionarlo.
3. Una persona firme
"Cuando tienes los códigos nucleares al alcance de tu mano y el ejército bajo tus órdenes, no puedes tomar decisiones basadas en un impulso. No puedes tener la piel fina, o la tendencia a responder golpeando. Necesitas ser una persona firme, mesurada y bien informada".
4. Hillary nunca se rinde
"Lo que admiro más de Hillary es que nunca se rinde a la presión, nunca opta por la salida fácil. Hillary Clinton nunca ha renunciado nada en su vida".
5. Más de 140 caracteres
"Quiero a alguien (en la presidencia) con la fuerza demostrada de la perseverancia, alguien que conoce este puesto y se lo toma en serio, alguien que entiende que los asuntos a los que se enfrenta un presidente no son blanco o negro, y no pueden reducirse a 140 caracteres".
Image copyrightREUTERSImage captionBill Clinton, presente en la convención, aplaudió el discurso de la primera dama.
6. Verdadera servidora pública
"Cuando ella (Hillary Clinton) no ganó la nominación hace ocho años, no se enfadó ni se desilusionó. Hillary no hizo las maletas y volvió a casa, porque como una verdadera servidora pública, Hillary sabe que esto es mucho mayor que sus propios deseos y decepciones".
7. El primer día de escuela
"Cuando salían para su primer día de escuela, nunca olvidaré esa mañana de invierno cuando vi a nuestras hijas, con solo 7 y 10 años, subirse a esos SUV negros junto con todos esos hombres grandes armados. Vi sus pequeñas caras apoyadas en los cristales y lo único que podía pensar es, ¿qué hemos hecho?".
Image copyrightGETTY IMAGESImage captionMichelle Obama hizo muchas referencias a sus hijas durante el discurso.
"Me di cuenta de que nuestro tiempo en la Casa Blanca formaría las bases de las personas en las que ellas se convertirían, y de que cómo manejásemos esa experiencia iba a hacerlas o romperlas como personas".
8. Moldear a nuestros hijos
Image copyrightGETTY IMAGESImage captionMichelle Obama mostró su apoyo incondicional a Hillary Clinton en su carrera hacia la presidencia de Estados Unidos
"Cuando vayamos a las urnas en noviembre, esto es lo que vamos a decidir: no entre demócrata o un republicano, no entre izquierda y derecha. En esta elección y en todas, lo que estamos decidiendo es quién tendrá el poder para moldear a nuestros hijos en los próximos cuatro u ocho años de su vida".
9. Una mujer presidenta
"Gracias a Hillary Clinton, mi hija y todos los hijos e hijas, hoy dan por hecho que una mujer puede ser presidenta de Estados Unidos".
Image copyrightGETTY IMAGESImage captionBill y Hillary Clinton llevan décadas en el reflector público.
"Me casé con mi mejor amiga. Hemos andado, conversado y reído juntos desde entonces".
Con estas emotivas palabras durante la Convención Demócrata en Filadelfia, el expresidente de EE.UU. Bill Clinton explicó este martes por qué su esposa y exprimera dama, Hillary Clinton, debe ser la próxima mandataria del país.
Clinton añadió que la candidata demócrata ha dedicado su vida al servicio público y que es "el mejor agente de cambio que he conocido".
Fue un discurso apasionado sobre una pareja que ha despertado pasiones intensas en los últimos 25 años, aunque un sentido menos entrañable.
El matrimonio de Bill y Hillary Clinton -el más poderoso de la izquierda- es detestado por la derecha, lo que refleja la fuerte polarización política que vive EE.UU.
Ello también se debe a los escándalos en que se han visto envueltos a lo largo de su rutilante carrera política, en donde muchas veces los Clinton han mostrado lo que parece ser una tranquilidad desconcertante para ignorar reglas y precauciones, dándoles munición abundante a sus críticos.
Image copyrightREUTERSImage captionEl odio extremo de los conservadores hacia Hillary y su esposo, el expresidente Bill Clinton, ha sido una constante desde que el matrimonio llegó a la Casa Blanca en 1992.
Y así como el candidato presidencial republicano Donald Trump enfrenta constantes acusaciones de racismo, Hillary Clinton es presentada por sus antagonistas políticos como una dirigente sin muchos escrúpulos.
En la reciente Convención Republicana que tuvo lugar en Cleveland, los delegados conservadores no se contentaban con pedir la derrota de la candidata demócrata Hillary Clinton en las urnas el próximo 8 de noviembre.
Gritaban una y otra vez su eslogan emblemático: "Lock her up",es decir, algo así como "enciérrenla" o más bien "a la cárcel con ella".
Y algunas voces extremistas iban más lejos: un delegado afín al aspirante republicano Donald Trump aseguró a los medios que Hillary Clinton debería ser "fusilada", acusándola de traición por su presunta negligencia en evitar el ataque en 2012 al consulado estadounidense en Bengasi, Libia, que resultó en la muerte del jefe de esa delegación diplomática cuando ella era secretaria de Estado.
Un sondeo de la encuestadora Morning Consult realizado en mayo pasado encuentró que el 82% de los opositores de la candidata demócrata la describen como "corrupta".
Odio extremo
El odio extremo de los conservadores hacia Hillary y su esposo, el expresidente Bill Clinton, más que hacia otros líder del partido demócrata, ha sido una constante desde que el matrimonio llegó a la Casa Blanca en 1992.
En diciembre de 1998 Bill Clinton fue procesado penalmente por la Cámara de Representantes, que lo llamó a juicio por falso testimonio y obstrucción a la justicia.
AFP
Algunos dirían que es fácil explicar esa animadversión en el lenguaje simple de las rivalidades políticas.
Esta es la cuarta elección presidencial en la que participa el apellido Clinton.
Una pareja con un recorrido tan largo cerca del poder inevitablemente va a tener muchos enemigos.
Pero el caso del desprecio que siente por los Clinton la mitad conservadora del país va más lejos.
Image captionAlgunos opositores de Hillary dicen que debe ir a la cárcel.
Para muchos republicanos, ese célebre matrimonio simboliza, mejor que ninguna otra figura política, lo que ellos creen que está mal en su nación.
En un país en que la derecha habla todavía con admiración del lejano pasado puritano, los Clinton representan en cambio a una generación que creció con los hippies, el hedonismo y la liberación sexual de la década de 1960, fenómenos que muchos conservadores creen que llevaron a Estados Unidos hacia una decadencia moral.
Bill Clinton fue el primer representante de esa generación en llegar al poder. Y su esposa fue parte de ese cambio generacional que tantos estadounidenses encuentran insultante.
La llegada de la pareja a la Casa Blanca marcó un cambio cultural en las altas esferas de Washington y los conservadores los acusan de haber mancillado el honor de la institución presidencial con lo que ellos califican de moral relajada.
Bill fue el primer presidente estadounidense en confesar que había fumado marihuana en su juventud.
Hillary, quien en 1992 reemplazaba a la venerable Barbara Bush como primera dama, rechazó los papeles tradicionales que cumplía hasta entonces la esposa del presidente para asumir una posición de mayor poder político y administrativo en la Casa Blanca.
Más allá de organizar banquetes de Estado, Hillary encabezaba reuniones de estrategia de gobierno.
Transparencia
Pero los problemas de los Clinton con los republicanos no se limitaron a las diferencias culturales.
Desde el comienzo, del primer gobierno de Bill Clinton su administración se vio envuelta en repetidos escándalos que cuestionaban la transparencia, si no de la familia presidencial, al menos de algunos de sus allegados.
Image copyrightGETTY IMAGESImage captionMuchos votantes tienen una opinión negativa de Hillary Clinton, al igual que de Donald Trump.
Enfrentaron una investigación judicial por el caso de Whitewater, un negocio urbanístico fallido en Arkansas en el que habían participado antes de llegar a la Casa Blanca.
La justicia exoneró a los Clinton de responsabilidad por ese incidente, pero envió a la cárcel a varios de sus asociados.
Después de salir de la Casa Blanca, la pareja se vio cuestionada nuevamente por presuntos conflictos de interés que resultarían de las donaciones a la Fundación Clinton por parte de extranjeros cuando Hillary ejercía como secretaria de Estado durante el primer gobierno de Barack Obama. Una vez más, no se probó nada contra ellos.
Desde entonces la también exsenadora ha sido objeto de intensas críticas, dentro de su partido y fuera de él, por recibir gruesas sumas de dinero a cambio de hablar ante audiencias de Wall Street.
Y, por supuesto, acaba de enfrentar la amonestación del Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI, por sus siglas en inglés) ante el uso irregular de un servidor privado de email cuando estaba al frente del Departamento de Estado.
Si bien las autoridades no presentaron cargos penales contra la candidata, como muchos republicanos esperaban, sí criticaron su conducta, asegurando que las irregularidades en el manejo de su correo electrónico pudieron poner en riesgo la seguridad nacional del país.
El caso Lewinsky
Tal vez lo más cerca que estuvo alguno de los integrantes de la dupla Clinton de sufrir consecuencias legales graves por sus acciones fue durante el célebre escándalo del expresidente con la pasante Mónica Lewinsky.
Image copyrightGETTY IMAGESImage captionBill Clinton fue procesado por el escándalo con Monica Lewinsky
Ese incidente combinó las críticas moralistas con la acusación recurrente que enfrentan los Clinton: que no respetan las reglas.
En este caso, en 1998 se hizo público el affaire que el entonces primer mandatario había sostenido con la becaria Lewinsky.
El problema se tornó en una crisis de Estado cuando las autoridades acusaron a Clinton de haber negado la existencia de la relación durante una diligencia judicial relacionada con otro escándalo sexual.
A raíz de lo anterior, en diciembre de 1998, el presidente fue procesado por la Cámara de Representantes, que lo llamó a juicio por falso testimonio y obstrucción a la justicia.
Sin embargo, el Senado, de mayoría demócrata, lo encontró inocente en febrero de 1999.
Irresponsabilidad
Con cerca de tres décadas ante el reflector de la opinión, los Clinton se han ganado la admiración de millones de estadounidenses, que recuerdan el gobierno del expresidente entre 1992 y 2000 como un remanso de paz y prosperidad comparado con la zozobra actual.
Image copyrightAFPImage captionOdiados y admirados, los Clinton no han dejado de ser noticia.
La ex secretaria de Estado, por su parte, es vista por la opinión liberal de Estados Unidos como una pionera admirable que ha puesto por primera vez a una mujer a las puertas de la Casa Blanca.
Pero para un buen segmento de la derecha, los Clinton nunca dejarán de ser el reflejo reprochable de la cultura de la década de los 60, de la irresponsabilidad y de la inmadurez que muchos asocian con ese tumultuoso periodo de la historia estadounidense.
Además, el matrimonio Clinton, con su estela de casi 30 años de escándalos, es para muchos de estos estadounidenses conservadores el ejemplo perfecto de la clase política que aborrecen, y a la que el republicano Donald Trump promete reemplazar.
Lo que deja entrever que serán muchos los insultos que todavía le esperan a Hillary Clinton en los casi 100 días que faltan para las elecciones presidenciales.
Image copyrightGETTY IMAGESImage captionLa Casa Blanca fue construida originalmente entre 1792 y 1800.
"Me despierto cada mañana en una casa que fue construida por esclavos. Y veo a mis hijas, dos jóvenes negras, inteligentes y hermosas, jugando con sus perros en los jardines de la Casa Blanca".
Estas fueron las palabras que pronunció la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, durante un emotivo discurso que ofreció la noche de este lunes durante la Convención Nacional Demócrata.
Estaba hablando de la residencia oficial que ha alojado a los presidentes de ese país desde hace tres siglos.
La mención de la esposa de Barack Obama hizo que más de un comentarista -particularmente en los círculos conservadores- pusiera en duda que en la construcción de esta emblemática edificación de la ciudad de Washington D.C., levantada entre 1792 y 1800, se utilizara mano de obra esclava.
Según argumentaron, los escasos registros escritos de la época no permiten llegar a esa conclusión con total certidumbre.
Image copyrightREUTERSImage captionLa primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, dijo que se levantaba cada mañana en una "casa hecha por esclavos", refiriéndose a la Casa Blanca.
Eso contradice la información que proporciona en su página web la Asociación Histórica de la Casa Blanca, fundada en 1961 por la entonces primera dama Jacqueline Kennedy con el objetivo de promover y educar sobre esta edificación.
Esta organización indica que en la construcción de la Casa Blanca original a fines del siglo XVIII (la residencia sufrió un incendio en 1812 que acabó con la mayoría de su interior) se usaron como mano de obra esclavos afroestadounidenses.
También señala que trabajaron como obreros inmigrantes provenientes de Europa que todavía no contaban con la ciudadanía del país y trabajadores blancos.
La fundación de la capital de EE.UU. en un territorio cedido por los estados Virginia y Maryland tiene mucho que ver con que se utilizara a esclavos en la construcción de la versión original de la residencia de los presidentes de EE.UU., según indica la Asociación Histórica de la Casa Blanca.
Y es que en ambos territorios la esclavitud todavía era legal, a diferencia de los estados situados en el noreste del país, donde esta práctica estaba prohibida.
Image copyrightLIBRERÍA DEL CONGRESO DE EE.UU.Image captionEstos fueron los planos de la Casa Blanca dibujados por el arquitecto Benjamín Latrobe en 1807.
Ello incidió sobre la adquisición de mano de obra esclava para la construcción de los edificios públicos de la nueva ciudad, según indica la organización.
No solo la Casa Blanca fue levantada por esclavos, sino también otros edificios icónicos de la democracia en Estados Unidos, como el Capitolio.
Los comisionados encargados de construir la nueva ciudad planeaban inicialmente importar trabajadores desde Europa, pero la respuesta al reclutamiento fue deficiente.
Así, una mezcla de esclavos negros, inmigrantes provenientes de Europa y afroestadounidenses libres asumieron las obras de construcción.
Aunque no hay claridad sobre si en la reconstrucción de la Casa Blanca tras el incendio de 1812 también hizo uso de mano de obra esclava, ello es posible ya que esa práctica no fue prohibida en Washington D.C. hasta 1862, nueve meses antes de la Proclamación de Emancipación.
En ella el entonces presidente estadounidense Abraham Lincoln anunciaba que todos los esclavos de los Estados Confederados de América serían liberados.
Detalles de la construcción
Según revelan documentos de la época, un albañil llamado Collen Williamson "entrenó a los esclavos en la cantera del gobierno localizada en Aquia, Virginia".
Image copyrightGETTY IMAGESImage captionLa Casa Blanca ha sido sometida a múltiples reparaciones desde que se inauguró en 1800 y sufrió un fuerte incendio en 1812.
"Estos se encargaban de cortar la piedra, que luego se utilizaba por los obreros escoceses para erigir las paredes de la Casa Blanca", según explica la Asociación Histórica de la Casa Blanca.
Los registros de las nóminas atesorados por el Archivo Nacional de EE.UU. muestran que el gobierno no era propietario directo de esclavos, sino que se los alquilaba a sus dueños para que trabajaran en la construcción de la residencia presidencial y otros edificios.
Así, por ejemplo, en esos documentos los aserradores "Ben", "Daniel" y "Peter" aparecen como propiedad del irlandés James Horban, el principal diseñador del proyecto de la Casa Blanca.
El periodista Jesse Holland investigó la presencia de esclavos en la Casa Blanca mientras trabajaba como reportero de la agencia AP y recopiló lo que encontró en un libro llamado "Los invisibles: la historia no contada de los esclavos afroestadounidenses en la Casa Blanca", publicado este año.
Image copyrightGETTY IMAGESImage captionNo solo la Casa Blanca fue levantada por esclavos, sino también otros edificios icónicos de la democracia en Estados Unidos.
Según Holland, la gente no se pregunta cómo se construyeron los edificios más icónicos de la capital estadounidense, aunque los historiadores hace tiempo que constataron que se utilizó mano de obra esclava para levantarlos.
"Si lo piensas, es bastante obvio: la Casa Blanca es una mansión neoclásica construida en el sur del país durante la época de la esclavitud y para la mayoría de las mansiones que se construyeron en el sur en esa época se usaron esclavos", señaló Holland en una entrevista con el New York Times.
Este lunes Michelle Obama, quien tiene antepasados que fueron esclavos, quiso recordar a los ciudadanos cómo, según muchos historiadores, se levantó la residencia en la que vive desde que su marido se convirtió en 2009 en el primer presidente negro de EE.UU.