WASHINGTON, 02 Ene 2013 (AFP) - El Congreso estadounidense adoptó el martes una 
ley para evitar el llamado abismo fiscal, que habría provocado subidas de impuestos y 
recortes de gasto público, una victoria para el presidente Barack Obama frente a los 
republicanos pero que sólo aplaza a dentro de unas semanas otros problemas 
importantes para la economía del país. El voto del Congreso fue recibido positivamente 
por las principales bolsas del mundo, que este miércoles comenzaron el año en fuerte alza. 
La bolsa de Hong Kong cerró ganando 2,89% y a la apertura Londres subía 1,28%, 
Fráncfort 1,01%, París 1,73% y Madrid 2,2%.
"Uno de las principales
promesas de mi campaña
fue cambiar el código
de los impuestos, demasiado
sesgado hacia los ricos a
expensas de los trabajadores
americanos de clase media",
dijo el presidente demócrata
en una alocución en la Casa
Blanca poco antes de las 23h30
(04h30 GMT del miércoles).
"Esta noche hemos cumplido
la promesa gracias a los
votos de los demócratas y de los republicanos en el Congreso", añadió.
Apenas 20 minutos antes, hacia las 23h00 (04h00 GMT), la Cámara de Representantes,
con mayoría republicana, aprobó un proyecto de ley que aumenta los impuestos para las
familias con ingresos superiores a 450.000 dólares al año, un día después del voto favorable
del Senado dominado por los demócratas.
A pesar de su rechazo a cualquier tipo de aumento de impuestos, una parte de los republicanos
aceptó votar a favor de la medida para evitar el llamado abismo fiscal, que habría provocado
una subida generalizada de impuestos combinada con importantes recortes en el gasto
público, en particular en el presupuesto de defensa.
Con 275 votos a favor y 167 en contra, la Cámara de Representantes puso así fin a dos
semanas de enfrentamientos y negociaciones en Washington.
El martes, el Senado se había reunido en una noche de fin de año -por primera vez en los últimos
40 años- para aprobar el proyecto de ley por mayoría (89 contra a 8), gracias a un acuerdo
entre el vicepresidente Joe Biden y el jefe de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
Advertencia sobre el techo de la deuda
En su alocución, Obama también advirtió a sus adversarios que no permitirá que se ponga
en duda la necesidad de aumentar el techo de la deuda en el primer trimestre del año, una
medida a la que se oponen los republicanos.
"Si el Congreso se niega a dar al gobierno de Estados Unidos la capacidad para pagar las
facturas a tiempo, las consecuencias para la economía global serían catastróficas", dijo el presidente.
En 2011, el conflicto con los republicanos sobre el techo de la deuda había llevado a la agencia
de calificación financiera Standard and Poor's a rebajar la nota de Estados Unidos.
Obama, que había interrumpido un día después de Navidad sus vacaciones en su Hawai natal para
volver a Washington y resolver esta nueva crisis con los republicanos, subió este miércoles al Air Force
One para reunirse con su mujer y sus hijas en Honolulu.
La resolución de la crisis del abismo fiscal llega a tiempo para evitar el pánico en los
mercados, especialmente en Wall Street, que volverá a abrir este miércoles después de las
vacaciones de Año Nuevo.
Una vez Barack Obama promulgue la nueva ley, el tipo impositivo para las familias con ingresos
de más de 450.000 dólares al año pasará del 35% al 39,6%.
Pero todavía quedan cuestiones pendientes para la economía estadounidense, como las
medidas de recorte del gasto público, aplazadas dos meses, y que provocaran probablemente
un nuevo enfrentamiento entre la Casa Blanca y los republicanos.
Por el momento Obama ha conseguido, tan sólo dos meses después de su reelección a la
cabeza de la primera potencia mundial, una victoria política con una ley que pone fin a las
ventajas fiscales para los más ricos heredadas de la presidencia de su predecesor, el
republicano George W. Bush.