Adentrarse y descifrar el cuerpo humano, es un tanto difícil para lo que carecemos del conocimiento necesario, e incluso, para los que poseen la ilustración necesaria en medicina. De la misma manera, conocer las intríngulis que coexisten en el interior de las redes cibernéticas, se nos hace un tanto difícil, aunque navegamos a diario por las web que conocemos.
Debo admitir que no sé nada de medicina, aunque me preocupo en utilizar las redes cibernética para buscar explicaciones científicas de cualquier enfermedad o malestar que me aqueje o padezca algún familiar, amigo, o conocido, y así poder conseguir alguna medicina natural o alternativa que me ayude a mitigar la dolencia momentánea, sin necesidad de ver un doctor.
Es, en este preciso momento, que se forma una relación estrecha, entre la búsqueda del conocimiento, y el internet como proveedor del mismo, tanto en medicina, como en cualquier área del saber científico, para nosotros los neófitos. Tremenda trampa la que nos presenta este tipo de relación, que en principio parece buena, pero al final, personas malas intencionadas, en vez de proveernos la cura que buscamos, podrían provocarnos graves caídas.
Punto oscuro que nos hace debatirnos, entre dos aguas; ¿continuamos con el uso del internet, o descontinuamos su usanza?. Pero el quid del asunto es más grave de lo que parece, ya que el internet, no es solo, lo que la mayoría de nosotros estamos familiarizados en la web, como son: Clearnet o el Net Surface, los cuales son buscadores indexado por los servicios como Google , Yahoo y Bing, que representan el 4 por ciento de la red.
Hay una parte llamada, el Internet Web profunda, el cual existe fuera de lo que Google y otros motores de búsqueda ven. Incluyen aproximadamente 96 por ciento de la Internet actual. “The Deep Web se refiere literalmente a todo el contenido en línea no indexados. Es el código que se transmite a los bancos y los gobiernos, y no tiene por qué ser indexados, según algunos expertos.
Dentro de la Web profunda, sin embargo, hay otro espacio llamado Darknet. Este fue creado por la Marina de Estados Unidos, que quería mantener un espacio en línea para realizar negocios de seguridad nacional que no podía ser hecho público. La Darknet sólo se puede acceder mediante herramientas especializadas, como un navegador web llamado The Onion Router (TOR), que fue creado por el Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos en la década de 1990.
Por existir al margen de Internet regulada, y con sus requisitos de anonimato, la Darknet atrae lo bueno y lo malo. Algunos activistas y disidentes políticos lo utilizan como un foro seguro, en el que pueden hablar entre sí, y sin censura, sin embargo, esta misma privacidad hacen del Darknet, un refugio seguro para las personas que trafican drogas, armas, propiedad intelectual robada, documentos falsificados y otras mercancías ilegales.
Según estudios, la Darknet es un lugar donde la vida humana tiene un precio de $ 10.000. En donde los asesinos a sueldo se promocionan, los traficantes de drogas venden abiertamente sus productos, y donde los cibercriminales empeñan tarjetas de crédito robadas. Aquí todavía existe el comercio de esclavos, trata de blanca, donde los terroristas recaudan dinero, y es un lugar que la policía tiene problemas para hacer su trabajo.
Hay partes de la Darknet que contienen cosas más horrible que lo que la mayoría de la gente podría imaginar. El mercado de la pedofilia es rampante, con sitios web pornográficos dedicados al abuso sexual de los niños, con un poco de violencia extrema que ofrece para el entretenimiento.
Se promociona, además, servicios de turismo de órganos en donde proponen asesinar gente por lo que sus órganos pueden ser utilizados para trasplantes. Y hay una gran cantidad de mercados en torno a la venta de armas de fuego ilegales, pasaportes falsos, falsificación de dinero en efectivo, servicios de hackers, y cada droga imaginable.
Lo que nos presenta el lado oscuro del internet, al cual solo tenemos acceso, a través de la lectura de algunos trabajos sobre este tópico, nos hace coincidir con sus escritores, en que la delincuencia inteligente, se está mudando al ciberespacio, y esto está obligando a las autoridades a crear una ciber policía especializada en la era digital, en donde la NASA y el Pentágono, están desarrollando un software para buscar e indexar el parte de Internet previamente definida por su ausencia en los sitios web de búsqueda como Google.
El programa se llama Memex, y está siendo desarrollado por el departamento de investigación y desarrollo del Pentágono, Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA), así como por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y otras 16 organizaciones. Hay planes para lanzar al código abierto público cuando sea completada.