Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. -Filipenses 4:13

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios será contigo en donde quiera que fueres. Josué 1:9

Periodista Cesáreo Silvestre Peguero, editor de este portal Web.

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domingo, 14 de octubre de 2018

El compromiso del periodismo para crear una sociedad mejor

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El compromiso del periodismo para crear una sociedad mejor
Considerando la actual transformación que están viviendo la industria periodística bajo las condiciones de nuestra era digital, es necesario el consejo y experiencia de aquellos profesionales más relevantes.
Es el caso del periodista español Iñaki Gabilondo (San Sebastián, Guipúzcoa, 1942) uno de los grandes referentes con décadas a sus espaladas en la profesión en donde se inició con sólo 21 años. A los 27 años ya ostentaba el cargo de director de Radio Popular (COPE). En todos estos años destaca su polivalencia trabajando en formatos y medios de muy distinta línea editorial, lo que le otorga una panorámica acertada de este sector.
Gabilondo fue precisamente participante estrella de un reciente coloquio celebrado en la sede de IESE Businees School, de la Universidad de Navarra, para disertar sobre el futuro de los medios de comunicación en la sociedad digital.
Como no podía ser de otra forma el acto también contó con la presencia de Alfonso Sánchez-Tabernero, rector de la Universidad de Navarra, quien en esta ocasión actúo como ponente en esta jornada moderada por Ignacio Bel, gerente del Instituto for Media and Entertainment (IME).
Lejos del pesimismo que algunos quieren achacar al momento actual, Gabilondo se mostró esperanzado “De cara al futuro se abre un excepcional camino de posibilidades para los medios de comunicación inmersos en la sociedad digital.
No soy en absoluto pesimista. Eso sí, me preocupa mucho el oficio. La materia prima del periodismo es el sentido de lo común. No de los intereses individuales. Tenemos el compromiso de crear una sociedad mejor, aunque sea en defensa propia”.
No obstante Gabilondo no niega la incertidumbre de un nuevo modelo periodístico que todavía se está gestando pero que en cualquier caso debe conservar su esencia y valores fundamentales
“Es difícil hablar del futuro de los medios de comunicación sin saber cómo será el futuro. Lo que sí tengo claro es que los medios deben operar en libertad, ya que están inmersos en una sociedad compleja”.
El periodista ha reiterado precisamente este concepto en el transcurso de su intervención,valorando la libertad como un factor clave en su legitimización “Asistimos a una banalización inevitable de la sociedad. Este, sin embargo, es un gran momento para dedicarse al periodismo y un mal momento para vivir del periodismo. Así y todo, nuestro oficio necesita de la libertad. El periodismo tiene un compromiso indispensable con la sociedad”.
Sin dejar de lado que los medios tienen que ser sostenibles también pensando en el porvenir de los profesionales, Gabilondo cree que los fundamentos para llegar hasta este estado deben ser sólidos “un medio de comunicación, antes que nada, es un proyecto intelectual. No hay que olvidarnos de eso. Los medios hoy viven inmersos en el pánico financiero”.
Cristina Grao Escorihuela
Redacción

El reto de futuro para los periódicos sin papel

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El reto de futuro para los periódicos sin papel
Dicen que el papel está caduco y que puede relegarse en sólo una realidad nostálgica, y quizá aún sin llegar al extremo de su extinción sí que es cierto que estamos viviendo un periodo de transformación acorde a las demandas de la era digital.
Así se releva en el hasta ahora último y relevante ejemplo del diario británico ‘The Independent’ quien colocó el 26 de marzo en los quioscos su último diario impreso con el argumento de que había que acomodarse al nuevo periodismo y demandas actuales del lector.
Una tendencia que siguen buena parte de los diarios el mundo, que en a pesar de todo tienen sus reticencias de abandonar definitivamente el papel, quizá una cuestión de tiempo.
Al respecto hace poco Antonio Caño, anunció la transformación de El País que ya cumple 40 años “llegará el momento de la conversión de El País en un periódico esencialmente digital (…). Asumimos el compromiso de seguir publicando una edición impresa de la mayor calidad durante el tiempo que sea posible”, explicó.
Lo cierto es que a favor de su supervivencia los medios están obligados a convenirse con el desarrollo digital como parte del mismo y desarrollar modelos rentables. Uno de los pioneros a raíz de la compra de The Washington Post por parte de Jeff Bezos, está trabajando activamente por el desarrollo de nuevas experiencias digitales que le otorguen esa sostenibilidad.
En cualquier caso pocos son los que se atreven a como The New York Times a suscribir contenido vía pago parcialmente o menos en su totalidad.
También el estilo periodístico está explorando vías de mayor autenticidad. En un tiempo en que las redes sociales y la proliferación de plataformas como Google News, Apple News o Instant Articles dificultan la competición por la información instantánea; los medios deben optar por un contenido de más calidad. Es el caso del británico The Times que dejó de librar la batalla por la inmediatez y promete “artículos fiables y en profundidad”.
El mayor reto al que se enfrentan los medios de comunicación hoy en día es desarrollar un modelo efectivo de negocio en sincronía a la velocidad de los cambios tecnológicos que estamos viviendo.
Cristina Grao Escorihuela
Redacción

El valor del periodismo como bien público

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El valor del periodismo como bien público

A partir de la crisis del 2008 el periodismo ha sido otro de los sectores que se ha visto afectado por un cuestionamiento profundo, tanto de modelo como de valores. De un lado la irrupción de la era digital obliga a reformular el soporte que tradicionalmente servía la difusión de la información, mientras que de otro lado el periodismo debe reconsiderar su función social ganando de nuevo la legitimidad de un público exigente.
En este camino siempre debe considerarse la opinión experta de profesionales que conocen las entrañas de esta profesión. Es el caso del editor Paul Steiger(Nueva York, 1942) quien comenzara su carrera periodística con 23 años en la redacción del prestigioso Wall Street Journal, luego trabajó durante 15 durante años en Los Ángeles Times, y en 1983 regresó al WSJ. En estos últimos años como director de redacción de noticias Steiger marcó una época gloriosa al ganar el periódico dieciséis Premios Pulitzer.
De forma más reciente, en 2008, Steiger fundó el proyecto ProPublica, una agencia sin ánimo de lucro al servicio del periodismo de investigación.
Con suerte este proyecto logra su sostenibilidad con los 10 millones de dólares que aportaron los filántropos Herbert y Marion Sandler.
Casi todos sus reportajes están disponibles bajo licencias Creative Commons y para darles mayor difusión, suelen publicarlos en los grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios con los que han establecido acuerdos.
Lejos del clima un tanto escéptico que algunos prodigan Steiger valora las “grandes oportunidades” que tiene hoy la profesión, especialmente para los más jóvenes. No en vano parte de la plantilla de ProPublica está conformada por jóvenes talentos.
De acuerdo a lo planteado anteriormente el diario combina a la perfección la vanguardia con un aspecto tan arraigado pero necesario como el periodismo de investigación, algo que gracias a su buen hacer ya le ha valido dos premios Pulitzer. La primera vez que un medio digital lo consigue.
Steiger tiene claro que el modelo de ProPublica puede ser referente “El movimiento sin ánimo de lucro es necesario, porque el periodismo de investigación es lo que los economistas llaman un bien público. Esto es, los beneficios del periodismo de investigación atañen a toda la sociedad, no solo a las personas que compran el diario o leen sus historias”.
En una ocasión elaboramos un reportaje en colaboración con Los Angeles Times que probaba que el comité de licencias de las enfermeras en California llevaba seis años sin suspender la licencia a una enfermera que había pegado a sus pacientes y les había robado medicamentos (algunos de ellos murieron). La enfermera, aunque fue despedida, cogía su licencia y, tras un recorrido en coche de 50 manzanas, entraba en otro hospital, mostraba la licencia y comenzaba el proceso de nuevo. Los Angeles Times publicó en portada la historia y el gobernador de California despidió y reemplazó a los miembros del comité.
Y hoy, gracias a ese trabajo de investigación, cualquier ciudadano de California se beneficia cuando va a un hospital, compre o no el periódico. Es como los bomberos o la policía: todo el mundo se beneficia, no porque paguen por ello”.
No en vano la información como bien público abre un debate en la profesión cuya tesis es respaldada también por otros como la economista Julia Cagé“Consideramos que la transmisión de un mínimo de conocimientos es algo necesario, a lo que todo el mundo debe acceder gratuitamente. Por eso el Estado protege el sistema educativo, porque se considera que no debe estar sometido a la compraventa”.
Cristina Grao Escorihuela
Redacción

El periodismo de investigación se reivindica como valiosa herramienta

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El periodismo de investigación se reivindica como valiosa herramienta

El escándalo Watergate sentó un serio precedente en la historia de la política provocando la dimisión de Richard Nixon, la única vez que un presidente de EE.UU procedía a tal gesto. Pero no sólo eso eso, capsule en este caso la prensa desempeñó un papel decisivo ya que dos periodistas del diario Washington Post – Bob Woodward y Jonathan Bernstein– publicaron en agosto de 1972 la noticia de que el intento de robo en la sede demócrata en el edificio Watergate realmente había sido pagado con fondos provenientes de CREEP.
Pese a la gran presión el diario publicó por su cuenta varias noticias sobre este caso adelantándose a las investigaciones judiciales. Treinta años más tarde se supo que las filtraciones fueron posible a Mark Felt, un director adjunto del FBI, que actuó como garganta profunda.
De vuelta al presente acorde a los últimos momentos el periodismo vuelve a vivir una época dorada. Nadie cuestiona que las filtraciones del caso Panamaleaks han sido posible gracias a la encomiable labor del Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ, en sus siglas en inglés) conformada por una trabajada red de 360 periodistas de 76 países que siguieron durante más de un año las pistas del caso.
Una vez salieron a la luz, por el volumen de sus datos ha sido reconocida por ser la mayor filtración de la historia (11,5 millones de documentos del despacho de abogados Mossack Fonseca). También con mayor impacto mediático debido a los nombres de gran alcance que se manejan en los papeles.
Cabe recordar que hace apenas unos meses el ICIJ hizo una jugada parecida con las revelaciones de los papeles de Luxemburgo que ponía en entredicho la transparencia de la comisión europea frente a los paraísos fiscales, Jean-Claude Juncker a la cabeza.
Después de la crisis económica el periodismo recupera forma “El primer puesto de trabajo que cae a los medios ante la crisis es el del periodista de investigación” explica Mar Cabra, editora del ICIJ. En este sentido, el trabajo del ICIJ es “unir fuerzas entre medios internacionales que no son competencia entre ellos” para realizar investigaciones que son imposibles de imaginar en un único medio por su coste y despliegue.
Los medios colaboradores los que el ICIJ trabaja son seleccionados desde su pequeña sede de Washington.
En el actual caso de los Papeles de Panamá, han sido tres periodistas de El Confidencial y La Sexta los que han trabajado en coordinación con el ICIJ desde España.
Buena parte de este éxito radica en el uso de la tecnología considerado un valioso soporte “no hubiera sido posible sin la tecnología actual”. “Imagínate recibir la cantidad de datos de los Papeles de Panamá en cajas, como ocurrió en su momento con los Papeles del Pentágono” sentencia Cabra.
Cristina Grao Escorihuela
Redacción

El agua reemplazará al petróleo y, en el 2020 El agua reemplazará al petróleo y, en el 2020

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El auto del mañana: petróleo por agua, el cambio en la energía.
Las automotrices que expusieron sus autos en la última edición del Tokio Motor Show, una de las ferias de autos más importantes de Asia, llenaron de contenido el eslogan de la muestra. “Más allá del motor”, se leía como consigna del evento. Y así fue: todo fue mucho más allá del ruido de las máquinas.
Aquellas especificaciones sobre potencia, velocidad final o aceleración parecen haber quedado para los libros de fanáticos de las cuatro ruedas. Ahora se habla de emisión de gases, de autos inteligentes, de electricidad, de manejo asistido o de tecnologías alternativas a la combustión, como las híbridas. La industria automotriz, la madre de todas las industrias, aquella que de la mano de Henry Ford creó hace más de 100 años la producción en cadena, es un ícono global que está en medio de un camino que lleva a abandonar definitivamente los paradigmas bajo los cuales se creó el automóvil.
Y más allá de que en la Argentina aún se usa casi con exclusividad el motor a combustión, las cabezas que piensan el plan maestro global para los autos del mañana parecen haber inclinado la balanza de la movilidad del futuro. En las usinas de ideas para los vehículos que vienen se oye una palabra con más fuerza que otras: hidrógeno.
No es para menos. Si esta tecnología se impone, el combustible del futuro tendrá como materia prima el agua; como insumo, la electricidad y, como emisión, vapor de agua (algo similar a una pava con agua hirviendo).
Las conversaciones pasan por ese lado. Toyota, la firma que es líder mundial de la industria tras sacarle el trono al gigante norteamericano General Motors, y que es dueña del 60% del mercado en Japón, exhibió en su stand varios modelos. Ninguno impulsado solamente a combustión. Hasta un vehículo superdeportivo -negro, opaco, descapotable, de esos que cualquier argentino fierrero quisiera tener- exhibía un motor con una combinación de la tecnología tradicional con la ecológica. El resto de los autos mostrados eran eléctricos, híbridos o a hidrógeno.
Mientras la Argentina lucha con problemas resueltos por casi todas las economías del planeta, como la inflación, en parte del mundo se da otro tipo de discusiones.
Hace un año se sembró una semilla que revolucionará el mapa mundial. Tanto, que podría modificar la geopolítica global. Después de años de trabajo silencioso, en enero de 2017 y durante la cumbre global de líderes en Davos, se presentó el Hydrogen Council, un grupo de empresas dedicadas a desarrollar la tecnología del hidrógeno y un sistema de producción y distribución de alcance global.
Lo más impactante son los tiempos previstos para este futuro energético: no mucho más allá de 2020.
Dos empresas fueron las promotoras de la iniciativa: Toyota y Air Liquide, una firma que ya cuenta con la tecnología para descomponer la molécula de agua y comercializar por un lado el oxígeno y, por otro, el hidrógeno. Este consejo global hoy cuenta con 28 miembros: 18 de dirección y 10 de apoyo, basados en América del Norte, Europa y Asia.
Se trata de 28 firmas multinacionales que operan en sectores de energía, transporte e industria, y que están comprometidas para contribuir a limitar el calentamiento global a no más de 2 grados, de acuerdo con el objetivo fijado en 2015 en París.
Solo la enumeración de los socios le da dimensión a la iniciativa. Además de Air Liquide y Toyota, se anotaron Alstom, Anglo American, Audi, BMW Group, Ballard, Daimler, Engie, Faber Industries, Faurecia, First Element Fuel (True Zero), General Motors, Gore, Honda, Hydrogenics, Hyundai Motor, Iwatani, Kawasaki, Mitsui & Co, Mitsubishi Corporation, Plastic Omnium, Plug Power, The Linde Group y las petroleras Shell, la estatal noruega Statoil y la francesa Total.
El acuerdo trata de acelerar la construcción de estaciones de hidrógeno durante la fase inicial de la comercialización de los Vehículos de Celda de Combustible (FCV, según las siglas en inglés). En Japón, 11 empresas, entre ellas, bancos, elaboraron el plan estratégico para el hidrógeno y las celdas de combustible, que fue revisado el 22 de marzo de 2016. Allí se establece un objetivo de 160 hidrogeneras operativas y 40.000 vehículos de hidrógeno en uso para el año 2020.
“Hoy nos encontramos en una encrucijada con nuestra industria, que está cambiando más rápido que nunca. En Toyota vemos este cambio como una oportunidad para transformarnos. Nuestro primer automóvil electrificado en serie estuvo en este stand aquí, en Tokio, hace 20 años: era el Prius, y era el pionero en el espacio de vehículos electrificados”, dijo Didier Leroy, vicepresidente ejecutivo y miembro del comité de dirección de Toyota, en su mensaje en Tokio.
Cuál es la tecnología
¿De qué se trata esta tecnología? Denso, otra de las empresas que trabaja con Toyota en este producto, define así a los FCV. “Los FCV son autos alimentados por una reacción química de hidrógeno y oxígeno. Esta reacción ocurre en la celda de combustible y genera electricidad que impulsa el motor del vehículo. El oxígeno se toma del aire circundante, mientras que el hidrógeno se bombea hacia el depósito del vehículo desde una estación de reabastecimiento de combustible muy parecida a una estación de servicio. El único subproducto es el agua, que permite que los FCV sean una alternativa extremadamente ecológica para el futuro”, explican en la empresa.
Hubo alguna vez algún intento de utilizar motores a combustión que, en vez de combustibles tradicionales, utilicen hidrógeno. Audi experimentó con esa tecnología. Pero no prosperó. En realidad, el vehículo del futuro será eléctrico, solo que esa electricidad se generará en estas celdas y no habrá abastecimiento desde la red para cargar una batería. La diferencia entre enchufar un auto y esperar la recarga y generar la energía eléctrica con hidrógeno no es menor. En el primer caso, el tiempo de inmovilidad del vehículo a la espera de su batería cargada es de un par de horas; en el segundo, de no más de tres minutos: eso es lo que tarda en cargarse un tanque de hidrógeno. Eso explica que las celdas de hidrógeno sean una tecnología superadora del cable a la red.
“Nuestro mensaje fue claro: la electrificación iba a cambiar el transporte para siempre. Hoy, Toyota ya vende 37 automóviles electrificados en más de 90 países, con casi 1,5 millones de unidades vendidas anualmente. De hecho, si hoy se toma todo el mercado mundial de vehículos eléctricos, la cuota de mercado de Toyota es del 43 por ciento”, dice Leroy.
Además de aquel consorcio global, la líder del mercado japonés también creó EV Spirit. Toyota tiene el 90%, y Mazda y Denso, el 5% cada una. “Es una nueva compañía para desarrollar la arquitectura EV con miras a la producción en masa”, completa el ejecutivo.
Hay al menos un argentino que ya se sentó al volante de un vehículo de serie impulsado por hidrógeno: el presidente Mauricio Macri. En su viaje a Japón, en mayo del año pasado, manejó un Mirai. Este vehículo, que tiene 154 caballos de fuerza, alcanza los 178 kilómetros por hora y tiene una autonomía de alrededor de 550 kilómetros. Se comercializa ya en algunos países nórdicos y en determinadas zonas de Estados Unidos. Quien lo compre, por unos ocho años, tendrá una bonificación por el combustible. Como es una etapa inicial del proyecto y hay pocas estaciones, entre la automotriz y los Estados entregan el hidrógeno. Sucede que el dueño no se podrá alejar de la estación de abastecimiento, por eso, por ahora, es un auto con limitaciones de movilidad.
Air Liquide, una de las líderes mundiales en la producción de hidrógeno, ya tiene 100 estaciones de hidrógeno instaladas en el mundo, que pueden recargar los tanques de un vehículo particular en menos de cinco minutos. Esa carga servirá para recorrer unos 500 kilómetros. “Tiene cero emisiones de dióxido de carbono (CO2), cero partículas y cero ruido de polución. En 2016, Air Liquide produjo 14.000 millones de metros cúbicos de hidrógeno para refinerías y el sector petroquímico. La producción actual permitirá recargar alrededor de 10 millones de vehículos eléctricos de célula de combustible. Los ingresos por hidrógeno de los mercados de refinería y petroquímica en 2016 fueron de 2000 millones de euros”, cuentan en la filial local de la empresa.
A partir del viento
Todo está en marcha. En Yokohama, frente a la bahía de Tokio, vecino a una base naval norteamericana que aún persiste después de la Segunda Guerra Mundial, un molino de viento gira sus aspas. Es parte de un proyecto entre el municipio y Toyota. Se trata de un sistema ecológico, con cero emisión, de producción de hidrógeno. El viento mueve el molino y convierte esos giros en energía eléctrica. Por otro lado, se toma agua de la bahía. La energía producida se acumula en centenares de baterías de Toyota Prius que están en un contenedor, y sirve para momentos en los cuales no sopla el viento. Con la electricidad, se genera el proceso de ruptura de la molécula de agua para separar el hidrógeno, que luego se enfría para su compresión. En ese estado, se sube a camiones que llevarán el combustible a los vehículos. Desde este lugar se abastece a vehículos montacargas, que trabajan en plantas industriales y que forman parte del proyecto experimental. De una punta a la otra solamente se generó emisión de vapor de agua.
Mientras esta realidad vaya llegando, hay que repetir que en 2020 ya estará disponible y que en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 el hidrógeno se utilizará para la logística del evento, con una tecnología híbrida. Algo así como la transición. Los autos híbridos ya se consiguen en la Argentina y, por una decisión oficial, tienen exenciones impositivas que permitan que tengan precios competitivos.
Por el lado de la producción de hidrógeno, la firma Air Liquide invirtió 120 millones de dólares desde 2010 en la construcción de la primera planta, en Campana. Actualmente está en construcción la segunda, que contará con 23.400 metros cuadrados.
El mundo avanza y la decisión respecto de cuál será el combustible alternativo al convencional ya está tomada. El agua reemplazará al petróleo.
Solo resta imaginarse cómo podría cambiar el mapa de poder mundial cuando aquellos países petroleros, que paradójicamente tienen problemas de falta de agua, ya no sean los que vendan el comodín del mundo. La tecnología está disponible y la decisión, también. Falta la infraestructura y la producción en escala que permita bajar los costos. Entonces sí se podrá pensar que es posible que haya autos que funcionen a agua. Como la vida.
Diego Cabot
Publicado en: La Nación

Libros escritos por mujeres que deberían ser leídos por hombres

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Libros escritos por mujeres que deberían ser leídos por hombres
A la hora de elegir una nueva lectura, la mayoría de las veces elegimos un libro por su popularidad, reconocimiento del autor o diversas recomendaciones, pero pocas veces nos fijamos en el género masculino o femenino del autor, aunque sea un tema que nos aporta un punto de vista muy diferente.
Tal y como dijo la escritora neoyorkina Grace Palelas los hombres escriben de manera diferente, y no es difícil detectarla. Desde la temática hasta los pequeños detalles, las escritoras femeninas suelen hablar más de sentimientos, con más detalles y más claridad, mientras que la temática de los escritores masculinos suele basarse en viajes y otro tipo de temática, historia y detalles.
A continuación, podemos conocer los libros más destacados de escritoras femeninas que El País recomienda todos sus lectores masculinos, con el objetivo de brindarles el otro punto de vista:
El Segundo Sexo (1949) – Simone de Beauvoir
Una obra imprescindible para comprender cómo se han ido construyendo y transformando los diferentes roles de las mujeres en contraste con el hombre a lo largo de la historia.
Aunque ha sido escrito hace más de seis décadas, este libro fue un gran éxito en su momento y sigue siendo una lección clásica para aprender y reflexionar mediante la lectura.
El cuento de la criada (1985) – Margaret Antwood
El libro que refleja la sociedad patriarcal de modo extremado para hacernos ver de qué modo sufrían las mujeres estas condiciones al igual que la situación también sufrida, pero más moderada, de los hombres.
La famosa novela ha sido llevada a la pequeña pantalla americana en forma de serie de televisión (The Handmaid’s Tale) y se ha llevado el premio Emmy 2017 como a la mejor serie drama del año.
Manual para mujeres de la limpieza (2015) – Lucía Berlín
Una parte de la crítica ha relacionado a su autora Lucía Berlín con famosos escritores como Charles Bukowski o Raymond Carver. El libro es una recopilación de cuentos escritos por la propia autora que fueron publicados tras su muerte a los 68 años de edad. A través de la ironía, el humor negro y el sarcasmo, las historias de Lucía Berlín narran las complicadas situaciones en la vida de las mujeres.
Persépolis (2000) – Marjane Satrapi
Persépolis es una novela gráfica de la historietista y pintora franco iraní Marjane Satrapi que nos transporta un contexto completamente diferente. La novela rata sobre la vida de una niña de 10 años durante la Revolución Islámica de Irán, donde detalla en primera persona la situación vivida, como la obligación de llevar un velo y las numerosas restricciones que tiene una mujer e su país. Se trata de una sencilla pero completa historia que tiene mucho que enseñarnos sobre la vida de una mujer en oriente medio.
Salvaje (2012) – Cheryl Strayed
Así como su título nos ayuda a deducir, esta novela trata sobre la vida de una joven que no teme a las serpientes ni grita al ver un insecto como muchos estereotipos cuentan.
La autora escribe su propia historia encaminada por el Sendero del Macizo del Pacífico, donde se ve obligada a afrontar con valentía algunas situaciones tan complicadas como la muerte de su madre, las drogas, la promiscuidad y el divorcio.
Ante el dolor de los demás (2003) – Susan Sontag
Este libro es uno de los ensayos de la escritora neoyorkina Susan Sontag, en el que se atreve a hablar sobre uno de los temas más cruciales en la vida de la mujer: la violencia visual. En su ensayo recoge reportajes de guerra, fotografías y cine ‘gore’ entre otros elementos para expresar de manera brillante una de las facetas femeninas.
Al Faro (1927) – Virginia Woolf
Virginia Woolf es una de las autoras más importantes del modernismo del siglo XX que ha sabido expresar la situación de la mujer tanto en poesía como en narrativa en el entorno británico del siglo XX. Con ella, podemos transportarnos a vivir las diversas situaciones familiares tanto en ‘La Señora Dalloway’ como en El Faro, donde se narran las diferentes perspectivas de una familia de vacaciones que pretende hacer una excursión al faro.
Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado (1969) – Maya Angelou
Un total ejemplo de superación redactado por una mujer que ha vivido situaciones verdaderamente complicadas en la realidad. Una mujer que es bailarina, cantante actriz, pero que antes de ello ha pasado difíciles situaciones como la violación o la prostitución. Sin duda alguna, Maya Angelou tiene una experiencia única que contarnos.
La voz dormida (2002) – Dulce Chacón
Aunque ya haya muchos libros e historias sobre la Guerra Civil española y el franquismo, Dulce Chacón saca a la luz un tema que no ha sido muy común sobre esta época.
Chacón habla sobre un grupo de mujeres presas en la posguerra de la Guerra Civil, que recoge testimonios reales de la situación femenina de mujeres presas tras la guerra.
Jane Eyre (1847) – Charlotte Bronte
Mientras en el siglo XIX la figura de la mujer huérfana, soltera y trabajadora siempre era descrita desde la visión paternalista, Charlotte Bronte desvela otra realidad vivida directamente desde la parte femenina. Se ambienta en la Inglaterra victoriana y muestra cómo esta figura en realidad era luchadora y valiente, y no desvalida y victimista.
Aiste Bereckyte
Redacción