Por Licda. Gleny Paulino.
Éste comunicador y escritor, es de los que cree en la grandeza del ser humano, en su preparación y en el deseo de querer ser cada día más productivo en este entorno social, dónde debemos ser consecuente. Me refiero a las oportunidades que se le debe dar al periodista hoy día.
Él, cómo otros, nos ocupamos de asumir un importante rol, en procura de que ésta sociedad se encamine por un mejor rumbo.
Nos hacemos eco del sentir de los que no tienen voz, consciente del peligro que asumimos, sin ninguna garantía a nuestra integridad. Ésa preparación de articular temas que despiertan conciencia, denunciar los males sociales que nos afectan, estar vigilante de las violaciones de los derechos humanos e injusticia que se cometen, orientar, informando con objetividad, acción que requiere sacrificio y mucha dedicación.
Se necesita de un buen tiempo para acumular experiencia y hacer fluir ése conocimiento que ha costado un buen período de tiempo alcanzar. Eso es digno de valorar.
El sistema en el que vivimos es cruel, nos priva de un empleo pero no nos calla la libre expresión y difusión del pensamiento. Tanto el colega Cesáreo Silvestre como yo, estamos desempleados. Yo he sido desvinculada de una institución del Estado, dónde ejercía una labor útil y de calidad, para la cuál, me preparé en la universidad.
¿Dónde están nuestros derechos?
Pareciera que estuviéramos viviendo el mundo alrevés .... En dónde el poder puede más que la voluntad y la honradez.
¿Dónde está el insentivo para que nos sigamos preparando y aportando a ésta descarriada sociedad?
Soy una madre soltera que tiene el derecho al sustento digno de mi familia, e igual Cesáreo Silvestre Peguero, un consagrado periodista y gestor cultural, pero sobre todo: Un padre merecedor de ofrecerle a su hijo el sustento que éste requiere. Ambos estamos desempleados.
¿De qué nos ha valido haber estudiando?
Me he sentido en libertad de escribir estas líneas, luego de solicitar a Cesáreo Silvestre su autorización para hacer público su situación que es similar a la mía, sin que éste llamado público se vea como una mendicidad. Ambos necesitamos un empleo con dignidad.
Acceda y conozca algo más sobre el origen de ésta personalidad:
https://youtu.be/5rdAuW41-Z0