Por Enríquez Cabrera Vásquez
Periodista y escritor
San Pedro de Macorís.- Nueva vez el periodista Cesáreo Silvestre Peguero vuelve a
conmover las fibras humanas y sociales de República Dominicana al describirnos
desde un periodis
mo sin cortapisa, comprometido con los mejores intereses de la
patria, la amarga y cruda realidad de la vida en los bateyes de la industria
azucarera, en particular la de la Región Este del país.
Nos habla directamente de las infrahumanas
condiciones existenciales de los hombres, mujeres, niños y ancianos que mal
viven en esos lugares. De su abandono, de los malos tratos, de la indiferencias
de las autoridades, de las burlas al recibir una caricaturesca ayuda que en la
mayoría de los casos trata de esconder la dramática realidad que se padece
allí.

Y lo peor de la situación es la complicidad a
irresponsabilidad del Estado y el gobierno que siempre se comporta o
indiferente o complaciente con los sectores de Poder que manipulan y controlan el lucrativo negocio de
la siembra de caña, producción y ventas de los azucareros.
Los dueños de las factorías y de la mayoría de
las plantaciones se enriquecen cada días más, a ello no, le importa la
suerte de los que viven allí. Para menguarle su tétrica situación en
ocasiones anuncian alguna obra o proyecto de índole social, que en la mayoría
de los casos nunca cumple su cometido ni llenas las expectativas.
Eso si ellos continúan inmutable acumulando
riquezas y bienes sobre esos mismos teneres sin mirar ni siquiera de soslayo a
sus víctimas. Lo explotan, lo oprimen sin miramiento alguno. La vida en los
bateyes tiene las características de un sistema de esclavitud moderno
disfrazado para superar ese cuadro de pobreza y miseria acumulada.

Y lo peor del caso que no se vislumbra ni a
corto ni mediano plazo un cambio en las condiciones de vida de esos lugares
donde miles de humildes trabajadores conviven hacinados en medio de su
dolor de hambre y oprobio.
El periodista Cesáreo Silvestre Peguero se la
juega, denuncia intereses poderosos capaces de cualquier acción criminal,
acción que pueden emprender u ordenar sin temor a nada, pues se sienten
protegido por el Poder. Por su dinero y por las inversión corrupta que ellos
han hecho al pagar con su dinero candidaturas políticos electorales. Son
los verdaderos dueños del Poder, un poder que le garantiza matar,
agredir, perseguir, aislar, hacer cualquier maldad, con impunidad. Pero ese
Poder de latrocinio y crueldad es
desafiado y denunciado en este documental que pone a meditar y pensar de si en el mundo de República
Dominicana habrá en verdad propietarios de bienes y servicios con esa vocación
de atropello, xenofobia, y explotación tan despiadada. De gente que
públicamente se dice cristiana y visitan y aportan a las iglesias. Todo es
simulación para encubrir sus acciones malditas e injustas contra el género
humano.
Felicitamos al periodista Cesáreo Silvestre por
este aporte, por este trabajo profesional digno de los mejores
elogios.