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Washington
Los estadounidenses acudirán hoy a las urnas para elegir no solo a su
presidente, sino también a 13 gobernadores, a renovar un tercio de los 100
escaños del Senado, y también votarán sobre 177 referendos cruciales como, por
ejemplo, la pena de muerte. Los votantes definirán estos comicios entre la
fórmula demócrata Barack Obama-Joseph Biden y la republicana Mitt Romney- Paul
Ryan, las cabezas más visibles de estas elecciones presidenciales, en medio de
una guerra de encuestadoras que sin duda buscan influenciar la decisió popular.

Romney y Obama no son los únicos candidatos a la Presidencia, hay
alternativas que debido a la falta de cobertura mediática, los estadounidenses
y el mundo desconocen. Estos candidatos son: Gary Johnson, candidato
presidencial por el Partido Libertario; Jill Stein, la candidata presidencial
por el Partido Verde; Rocky Anderson, del Partido de la Justicia, y Virgil
Goode, del Partido de la Unión Constitucional. Estas opciones no tienen ninguna
posibilidad de salir elegidas debido al principio de voto de mayorías que prima
en el complejo y no tan democrático sistema electoral estadounidense.
En ese país, los 240 millones de ciudadanos, aptos para votar este año, no
eligen directamente a su presidente, sino que sufragan por representantes o electores
en cada uno de los 50 estados de la nación, quienes formalmente eligen al
mandatario. Estos representantes conforman el Colegio Electoral de cada región.
El número de los colegios electorales en los estados depende de la cantidad de
la población. Por ejemplo, Texas (sur) tiene 35 y Montana (norte) solo 3. De
ahí, el carácter estratégico de ciertos estados para una victoria
electoral.
Los estados de Maine y Nebraska son los únicos que reparten los electores
en proporción a la cantidad de votos correspondientes a distritos
congresionales que cada candidato ganó, más otros dos por el estado en su
totalidad.
Una vez elegidos los delegados, se reúnen en una asamblea en la que
participan 538 colegios electorales, integrados por 100 senadores, 435 representantes,
y tres delegados de Washington DC. Así, en cada estado el candidato que obtenga
mayoría absoluta de votos se convierte en ganador y se adjudica los votos del
resto de los candidatos del estado.
Técnicamente, los electores están comprometidos a votar por el candidato
que ganó en su estado, pero podrían cambiar su voto si así lo quisieran. Pero
históricamente son contados los casos en los que un elector votó por otro
candidato, y hay estados que establecen penalidades si un elector decide ir
contra la norma.
Gana la presidencia el candidato que sume 270 votos por estados y por
partidos. En caso de empate, corresponde a la Cámara de Representantes la
elección del mandatario. Por esto es que el voto popular no tiene fuerza
decisiva en el proceso electoral de Estados Unidos, afirma Steffen Schmidt,
profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Iowa.
En al menos 17 elecciones estadounidenses, ha pasado que el ganador no
obtuvo la mayoría de los sufragios en términos del voto popular, pero ganó por
la sumatoria de los votos electorales. El caso más reciente fue la contienda de
2000 entre el republicano George W. Bush y el demócrata Al Gore, donde
finalmente el conservador recibió los 29 votos electorales de Florida que le
permitieron sumar más de 270 votos y resultar presidente. En Estados Unidos las
elecciones se celebran cada cuatro años, siempre el primer martes después del
primer lunes de noviembre, y están habilitados para votar los estadounidenses
mayores de 18 años.
Campaña reñida
Según los medios locales, el presidente Obama llegó al final de la campaña
con una ventaja en la búsqueda de los 270 votos del Colegio Electoral
necesarios para ser reelecto, mientras una encuesta publicada por la CNN muestra
un empate con 49% de los votos entre él y Romney. Sin embargo, la campaña
está muy reñida en por lo menos seis estados que se podrían inclinar en
cualquier dirección, lo que da a Romney la esperanza de poder remontar para
conseguir una victoria.
Un análisis de The Associated Press señaló que Obama tendría prácticamente
asegurados 249 votos del Colegio Electoral, al llevarse 19 estados que son
consistentemente demócratas o se inclinan a apoyarlo, entre ellos Iowa, Nevada
y Pensilvania, además del Distrito de Columbia.
Romney podría quedarse con 206 votos, gracias a sus probables victorias en
23 estados que son terreno republicano o tienen una fuerte inclinación, como
Carolina del Norte. En juego están 83 votos electorales distribuidos entre
Colorado, Florida, Ohio, New Hampshire, Virginia y Wisconsin.
Hispanos son claves
El rol de los hispanos dentro del proceso electoral de la contienda
presidencial en Estados Unidos nunca antes había sido tan determinante como
ahora, donde el padrón de latinos con acceso a la votación representa el 11%,
23,7 millones de electores del total de 50,5 millones de hispanohablantes que
viven en la nación estadounidense.
Por su parte, el centro de estadísticas electorales de la Universidad
George Mason pronosticó que entre 35 y 40% de los votantes ya ejerció su
derecho. Más de 17 millones ya han votado. En total son 35 estados y Washington
las entidades que permiten la votación anticipada, ya sea personalmente o a
través del servicio postal.