El ser humano tomó las riendas del planeta por una razón: nuestro amor por los animales nos dio un poder sin igual sobre la naturaleza. Según una destacada antropóloga americana, las intensas relaciones que nuestros ancestros prehistóricos mantenían con otras criaturas dirigió a la humanidad hacia una dominación global.
La interacción con animales permitió a los humanos desarrollar unas estrategias comunicativas especiales, incluyendo el lenguaje. Éstos representaban el mejor ejemplo para afirmar que otras especies también pueden tener emociones, necesidades y pensamientos, lo cual fortalecía y desarrollaba las habilidades relacionadas con la empatía y el compromiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario