Nueva York — Los restos de Miriam Carey, la mujer que murió abatida en una persecución policial en Washington D.C. hace dos semanas, fueron sepultados hoy en Brooklyn, donde se crió.

“Le apasionaba cocinar y adoraba a su hija por encima de todas las cosas”, dijo su hermana Valarie durante la ceremonia. “Era una grandísima persona, muy distinta de cómo la pintan los medios de comunicación. Amo a mi hermana y la echaré mucho de menos”.
Carey, de 34 años, era una profesional de servicios dentales que trabajaba en Stamford,Connecticut, cuando embistió con su auto una barrera de seguridad de la residencia presidencial y luego atropelló a un agente del Servicio Secreto antes de darse a la huida y ser abatida.
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