NUEVA YORK.- La Asamblea estatal de Nueva York aprobó la pasada madrugada el nuevo presupuesto de unos 142.000 millones de dólares para el próximo año fiscal, que tendrá entre sus prioridades mejorar el sistema educativo y combatir la corrupción.
“Este es un presupuesto del que todos los neoyorquinos pueden sentirse orgullosos”, dijo el gobernador estatal, Andrew Cuomo, minutos después de la medianoche en un comunicado distribuido por su oficina de prensa casi tres horas antes de la votación final.
El gobernador destacó que las cuentas estatales, en las que los gastos estarán por debajo del 2 por ciento por quinto año seguido, ayudarán a reformar la burocracia en la educación y a impulsar la economía del estado con la mayor inversión en mucho tiempo.
En concreto, Cuomo y su equipo esperan que el nuevo presupuesto contribuya a “transformar” el sistema educativo de Nueva York con reformas que “premien los resultados, hagan frente a los retos pendientes y exijan rendición de cuentas”.
Uno de los principales escollos fue la propuesta del gobernador de endurecer los sistemas de evaluación de maestros y facilitar el despido de profesores con malos resultados, y un conjunto de medidas para ayudar a las escuelas con problemas crónicos de rendimiento.
“No hay un mejor camino para las oportunidades que recibir una buena educación”, afirmó Cuomo, quien destacó que esa partida se incrementará este año un 6 por ciento, hasta la cifra récord de 23.500 millones de dólares.
El otro gran tema que centró muchas de las discusiones en el Capitolio fue la corrupción y los frecuentes escándalos que salpican la política estatal y que obligaron recientemente a renunciar al propio presidente de la Asamblea legislativa, Sheldon Silver.
Entre otras medidas, se obligará a legisladores y cargos públicos a revelar la naturaleza de sus ingresos al margen de la política y no podrán recibir ningún tipo de compensación “directa o indirecta” en conexión con una resolución o proyecto de ley pendiente.
“Pero todos sabemos que tenemos que hacer mucho más”, admitió el gobernador Cuomo sobre un drama, el de la corrupción en la política neoyorquina, que desde hace décadas ha llevado a la cárcel a cientos de políticos.
El nuevo “speaker” de la Asamblea, Carl Heastie, celebró que el presupuesto incluye desde más financiación para proyectos de vivienda pública e inversión en guarderías hasta nuevas ayudas para combatir la crisis “sin precedente” de las personas sin techo.
“Las prioridades de las familias neoyorquinas son nuestras y hemos aprobado un presupuesto fiscalmente responsable pero vamos a seguir luchando por reformas e inversiones que fortalecerán a las familias y mejorarán la vida de los neoyorquinos”, dijo.
Las negociaciones a contrarreloj entre demócratas y republicanos volvieron a poner de manifiesto las divisiones que persisten en Albany, la capital estatal, que llevaron al gobernador a tener que renunciar a algunas de sus grandes apuestas.
“Este presupuesto final es un desalentador recordatorio de que en Albany trabajan para los multimillonarios y grandes corporaciones y no para la clase media y los inmigrantes”, dijo la organización comunitaria Se Hace Camino Nueva York en un comunicado.
Los activistas criticaron que el llamado “Dream Act” -ayudas para estudiantes indocumentados- se haya quedado fuera del presupuesto mientras que sí se han aprobado beneficios fiscales por la compra de yates o aviones de lujo.
Finalmente, el nuevo presupuesto destinará una partida de unos 5.400 millones de dólares para impulsar el crecimiento económico, especialmente en el norte del estado, con inversiones en turismo, infraestructuras y la revitalización de comunidades locales.
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