Cesáreo Silvestre Peguero.
Aun cuando pudiéramos actuar debidamente, muchas veces, sin necesidad: nos exponemos al desenfreno... Algunos personeros..., no siempre se contienen, la MODERACIÓN y el regirnos por la debida medida, parecería ausentarse en muchos que actúan con ligereza.

El albedrío debemos hacerlo manifiesto. Por el hecho de no ser perteneciente de la afiliación política del otro, eso no significa que nos desbocarnos en hacer señalamientos sin estar debidamente consciente de lo que se va a decir.
Los animales actúan por instinto, los seres humanos nos debemos regir por razonamiento, muchas veces invertimos ese rol. El fanatismo político y la falta de tacto es causa de muchas opiniones desacertadas.
Hay que ponderar lo que se va hablar, por vía del lenguaje escrito o verbal, sobre todo, debemos poner nuestro sano juicio en practica, no hablemos por boca de los demás. No dejemos estática nuestra capacidad de pensar antes de opinar.
El descrédito, no solo nos desautoriza y nos desprovee de confianza y credibilidad, decir falacia también nos vicia, nos hace ignorante ante la facultad de razonar con sano criterio.
El descrédito, no solo nos desautoriza y nos desprovee de confianza y credibilidad, decir falacia también nos vicia, nos hace ignorante ante la facultad de razonar con sano criterio.
No seamos apasionados con emociones nocivas, investiguemos y analicemos primero para que seamos bien certero al momento de sentar nuestras opiniones. Tratemos de cultivar el tacto. En estos tiempos de campañas políticas, muchos van con toda la sed al poso, pudiendo ser mas cuidadosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario