El expresidente de Haití Jean-Bertrand Aristide saluda a sus simpatizantes durante un acto de campaña con el candidato a la presidencia Maryse Narcisse, del partido político Fanmi Lavalas, en Puerto Príncipe.
PUERTO PRÍNCIPE, Haití.- El expresidente de Haití Jean-Bertrand Aristide ha dado el salto a primera línea para la campaña de las elecciones presidenciales del mes que viene, lo que ha hecho pensar a muchos que la figura más divisiva de la accidentada política haitiana se posiciona para recuperar poder si gana su partido.
El regreso de Aristide a la campaña pública en apoyo de una aliada ha motivado a sus simpatizantes en barrios pobres, que ven al exsacerdote de barrio pobre como una figura casi mesiánica que luchó por los marginados del país.
Aristide pasó siete años en el exilio en Sudáfrica tras su derrocamiento en 2004. Fue recibido por multitudes entusiastas a su regreso a Haití en 2011, pero hasta este año se había mantenido en un discreto segundo plano. Un candidato necesita superar el 50% de los votos para ganar directamente en la votación del mes que viene. Eso es improbable con tantos candidatos. Los analistas creen que Narcisse, gracias en parte a Aristide y los que siguen siendo fieles a su partido, tiene una posibilidad de convertirse en uno de los dos finalistas. Narcisse fue cuarta en la primera ronda del año pasado, anulada más tarde entre acusaciones fraude.
En una entrevista con Associated Press, Narcisse dijo que agradece la ayuda de Aristide en su campaña y que le consideraría como un valioso asesor si gana, aunque no está interesado en un puesto en el gobierno.
“Estoy muy contenta de que esté aquí. Es un líder carismático”, dijo. “La población le escucha. Hay una relación de amor entre los haitianos y él”.
Narcisse no es la única candidata con lazos con el expresidente.
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