
Me ofrezco por entero a su tierna y muy grata compañía, junto a el descanso sin limites . ¿Y el? -Pareciera entregarse al sueño, no aparenta estar ajeno al disfrute de esta disparidad física que se hace abismal entre edades: Pero, me asemejo a su plenitud. Me hago cómplice de la quietud que el genera en mi, con el soy feliz.
RAYDEL Silvestre Rambalde
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