La mayoría de usuarios de Internet recibimos varios e-mails al día (personales, de transacciones realizadas, publicidad, notificaciones diversas, etc,.) lo que se traduce en una importante suma de correos electrónicos en nuestra bandeja de entrada que puede llegar a saturarnos.

Estos datos evidencian el éxito comunicativo del correo electrónico desde sus inicios ya que disminuyó el gasto que suponía enviar mensajes. No obstante, el flujo de correos electrónico en la actualidad es tal que a menudo su organización nos resulta una ardua tarea a la que nos hemos de enfrentar a diario. Y es que el acto de abrir un e-mail, leerlo, procesarlo y finalmente responderlo o eliminarlo nos supone varios minutos, y esta acción, repetida miles de veces, puede equivaler a un día laboral.
Recientemente están emergiendo nuevas plataformas comunicativas que más que una amenaza para el e-mail deberían considerarse un complemento a éste. Plataformas como Asana: trabajo en grupo sin email; Slack: esté menos ocupado o Yammer están teniendo un gran éxito en la comunicación empresarial al tener un carácter más informal, rápido y directo que el correo electrónico.
Esto favorece la bidireccionalidad instantánea entre grupos permitiéndonos ahorrar tiempo con mensajes más cortos y menos elaborados, lo que se traduce en un muy buen complemento del correo eléctrónico cuando se quiere comunicar una idea de forma rápida y directa.
Otra opción que está muy en auge es el uso de blogs para compartir información que generalmente sería comunicada vía e-mail. El blog es una excelente herramienta comunicativa de contenidos y además permite al lector decidir si un grupo es de su interés, qué leer y cuando hacerlo, así como intercambiar opiniones al respecto en el espacio de comentarios, en salas de chat o mediante Skype.
Todas estas alternativas a las que merece la pena dar una oportunidad pueden ser soluciones muy eficaces para establecer relaciones comunicativas de un modo más informal e inmediato que el e-mail, a parte de reducir el torrente de correos diarios que recibimos, muchos de los cuales no suponen un gran interés para nosotros.
No obstante, no debemos renegar del uso del correo electrónico, la opción actual más segura en determinados roles comunicativos que exigen cierta formalidad.
Más bien debemos combinarlo, integrarlo con nuevas vías, ya que seguramente la combinación de distintos recuerso encierra la clave del éxito para una comunicación que nos permita ahorrar tiempo a la vez que elegir el tipo de información que es valiosa para nostotros.
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