EL AUTOR reside en Nueva York.
Uno de los graves problemas que tiene nuestro país, es la falta de mantenimiento de las obras que construye el gobierno. Estas se van destruyendo a tal punto, que llega el momento en que es imposible renovarlas. Resulta mucho más barato construir una nueva.
Nuestro sistema de partido no se queda atrás y parece que esa es la tendencia mundial pues en los Estados Unidos, aunque ha firmado un documento de apoyo al eventual candidato republicano, Donald Trump, ha manifestado, en diferentes ocasiones, que no acataría la decisión de su partido si él no fuera el elegido y que podría correr como independiente, aun así, conserva el primer lugar en las encuestas.
Lo mismo, pero con otros matices, está sucediendo en nuestro país. La gente se está cansando del sistema de partidos tradicionales. Aquellos que estamos en contacto con el pueblo, ese pueblo que anda a pies, en conchos y voladoras, podemos dar fe de ello.
Ese sentimiento se va acentuando cada vez más, como candelita de basurero, en el Partido de la Liberación Dominicana. El humo ha comenzado a brotar. Los actuales incumbentes en el Senado y en la Cámara de Diputados, debido a los acuerdos del Comité Político con el Presidente del Partido, conservarían sus curules, desde luego los que sean reelectos, por cuatro años más. O sea, que estarían en el Congreso por diez años consecutivos.
En el caso del PLD, como partido, se les garantiza a las actuales autoridades, la permanencia en sus respectivas posiciones hasta el 2020. La última vez que hubo elecciones internas reales en el Partido de la Liberación Dominicana fue en el Congreso Rafael Kasse Acta en el año 2005. Ocho años después, en el Congreso Comandante Norge Botello, se realizaron unas elecciones parciales para llenar las vacantes de la expansión que se hizo en el Comité Central y en el Comité Político. De manera tal, que la inmensa mayoría de los actuales dirigentes del Partido morado, en el 2020, habrán ocupado sus cargos, sin haber sido reelectos, por 15 años de manera consecutiva.
Hace alrededor de veinte años, Felipe González, ex Presidente del gobierno español, dijo, que tenía más de cuarenta años visitando la República Dominicana y siempre veía los mismos rostros en la dirección del PRD. Si regresara hoy, pudiera notar que esos mismos dirigentes, tratando de evitar el ascenso de nuevas caras en ese partido, se fueron del mismo y fundaron otro donde el promedio de edad de sus dirigentes es de ¡80 años!
El Partido Reformista Social Cristiano, no se queda a la zaga. El Dr. Joaquín Balaguer Ricardo fue presidente de ese partido hasta su muerte, que aconteció a los 96 años de edad. Su sucesor, el Dr. Carlos Morales Troncoso dejó la presidencia del PRSC, debido a una enfermedad, a los 76 años.
Como podemos ver, es todo lo contrario a la fama de un artista, donde no solo es llegar, sino mantenerse. En nuestra política partidaria el problema es llegar, mantenerse, es rutinario. ¿Hasta cuándo se podrá soportar esta situación? No tenemos la respuesta. Más, no creemos que sea por mucho tiempo.
El compañero Presidente Licenciado Danilo Medina, nos ha pedido tener paciencia, no desesperarse y esperar nuestra oportunidad. Nosotros, en nuestro caso particular, hemos aprendido a esperar, a ser pacientes, a no desesperarnos, lo hemos estado haciendo desde el 1996.
Pero últimamente tenemos un poco de temor, pues a los 70 años, es posible que comiencen a olvidársenos algunas cosas y nos aterra que se nos olvide, como esperar. Hay muchos otros compañeros que sienten el mismo miedo.
carlosmccoy@ymail.com
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