Mi testimonio “Jehová y Jesús me hicieron libre”

Por Víctor MI. Pérez Quiñones

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Y… conoceréis la Verdad y, La verdad os hará libre”, (Juan 8-32).

Hace mas de tres años, que acepté a Jesús como “Mi Salvador Personal”, y desde ese momento soy libre de pecados, y, de todas las maquinaciones del mundo dejado atrás.

Hoy, soy una persona comprometida, únicamente con Dios, Jesús, su santo evangelio, la palabra, mi prójimo y mi familia, porque Jehová me enseño a pedir perdón, ya amar y perdonar a mis enemigos.

Ya deje atrás mi antiguo mundo, lleno de odio, maldad, venganza, hipocresía, ingratitud, traición, donde “los mundanos hacen leña del árbol caído”. Ya dejé atrás ese mundo pecaminoso, donde hay falsos enemigos traicioneros, elitistas que no conocen a Dios, que tienen doble y triple vidas y otros que “Tiran la piedra y esconde la manos”, con “La gatita de mara Ramos”.

Hoy Dios me alejo de todo ese mundo insano, egoista, envidioso, traicionero, ingrato, de enemigos incubiertos, que no conocen el amor al prójimo, sino el odio perverso y la maldad, por eso son “Esclavos de pecado” y esto los llevará al infierno.

El Señor Dios Todopoderosos en su infinito amor y misericordia, me mantiene orando por todos ellos, para que como hijos de Dios que son, no se pierdan, se arrepientan, se conviertan, sean bautizados en agua, y ganen la vida eterna.

 Con hijo fiel que ahora soy de Dios, él (Jehová y Jesús), me libró del acoso, persecución y odio, de los que me hacen guerra.

Dios me libro de ellos, como libro al Rey David, de su antecesor, el Rey Saúl,; a José, el hijo de Jacob, de la maldad de sus 10 hermanos; a Esther, Edras, Nehemías y Mardoqueo, de la maldad; de Aman, en el reinado de Asuero; el profeta Daniel, del foso de los leones; a los tres varones que fueron echados en el horno de fuego; al pueblo hebreo, del cautiverio de mas de 400 años en Egipto, usando Dios a Moisés y a Josue; como ayudó a Ruth, La Moabita, con su suegra Noemí, de cuya generación (de Ruth), el señor hizo que salieran el Rey David, su hijo Salomón y el Mesías, Jesucristo.
Como periodista en este mundo, Dios, me enseño a defender a los desposeídos, a denunciar las injusticias, abusos, a los criminales, ladrones y a todo tipo de delincuentes, y ahora a pedir al Señor por ello, por el perdón de sus pecados. Mi vida estuvo en peligro en varias ocasiones en el gobierno de los 12 años del Doctor Balaguer, pero el Señor me cuido.

En mi nueva vida, consagrado a Dios, le doy gracia, porque me rescato de ese mundo vil, lleno de maldad, de implacables, de acoso y persecución y me ha premiado con salvar mi alma  de pecados. 
Gracias Señor, Jesús, porque tuviste piedad y misericordia de mi, y ahora puedo vivir y morir en paz con mi Dios, porque tu salvaste mi alma.

A esos que no conocen el perdón, y que de manera implacable, me odian, acusan, acosan y persiguen, yo le pido a mi Dios, que me cuida, ayuda, protege y envía a sus Ángeles a que están a mi alrededor, que los convierta de “ Saulo de Tarzo”, a el “Apóstol Pablo”, porque nada es posible para Jehová Dios.

Aunque digan lo contrario, yo confieso y doy testimonio, que por la Gracia del Señor Jesús, hoy soy un hombre nuevo, transformado, y, Dios “Pelea mis batallas”, “Porque con los hijos de Dios nadie debe meterse”.

Hoy pido a mi Señor Jesús que tenga piedad y misericordia de los ateos, que me odian, persiguen y acosan, y como todos fariseos, saduceos, escribas, y todos enemigos de Dios de Abraham, Isaac y Jacob (Israel), acusaron, calumniaron, persiguieron, azotaron,  y entregaron a los romanos a Jesús, el hijo de Dios por el cual somos salvados, muriendo crucificado en la cruz del calvario.

Ahora que soy evangélico Pentecostal, es que me doy cuenta , que tan pesada es la cruz y que tan grande son las pruebas (procesos) por el que tiene que pasar un cristiano; es una larga lucha entre el bien y el mal; la carne y el espíritu; el diablo y Dios, yo y el diablo, yo y las tentaciones.

Creía que llegando al evangelio de Jesús, ya terminaba con todos mis problemas, que equivocado estaba, pues la verdadera lucha se desencadena en una persona cuando el diablo pierde el alma de esa persona.

Entonces el diablo comienza su lucha, y le envía al nuevo convertido, muchos mas problemas de los que tenia, pero a base de oraciones, fe en Dios, ayunos, cilicios y otros tipos de acercamiento a Dios y a Jesús, “se le gana la gran batalla al diablo”.

Todos los problemas que le vienen al nuevo creyente, y la agudización de los que ya estaban, son parte de la diabólica estrategia del diablo, que usa todos sus métodos, para tratar de hacer claudicar y apartarse de Dios a los que hicieron sus pactos con él (con Jehová y Jesús).

Sin embargo, Dios te dice: “no temas yo estoy contigo, no temas yo te ayudo” y peleo tus batallas”, tal como le dijo a Josue antes de la caída de los muros de Jericó: “Esfuérzate y se valiente, pero muy valiente, y yo estaré contigo”.

Finalmente agradezco a Dios, el propósito suyo conmigo, desde que me puso en el vientre de mi madre. 
También que en el poco tiempo que llevo en el santo evangelio de Cristo Jesús, me ha enseñado amar y  perdonar a mis enemigos, “y, “amar a mi prójimo como a mi mismo”, pero ante todo, agradezco a Jehová Dios por haber tenido piedad, y misericordia de mi, mis hijos, esposa y poco a poco, uno a uno de mis familiares, han venido aceptando a Jesús como su único salvador personal. Gracias Señor por tu amor, bondad y por mostrarme tu santa palabra y cumplirla, porque no basta ser cristiano, par ser salvo, sino cumplir la santa palabra de Dios.

 Dios, nuestro Señor, y Jesús nuestro salvador. Ayúdame a tener la fe del padre Abraham y ser amigo de Jehová. Amén.