SANTO DOMINGO.- Cuatro personas murieron el domingo en hechos separados; dos tras quitarse la vida, otro ahogado y el cuarto electrocutado, en Santo Domingo, La Romana, El Seibo y Monte Plata.
El primero es Enrique Hernández, de 74 años, quien residía en el sector Sabana Perdida, de Santo Domingo Este. Murió a causa de asfixia mecánica, según el diagnóstico del médico legista actuante.
El cadáver fue hallado colgando en su habitación por su hijo, David Enríquez Hernández Catalino, de 45 años, quien informó a las autoridades, que se trasladaron e hicieron las pesquisas correspondientes.
Hernández Catalino declaró que el suicidio pudo estar motivado a que su padre estaba depresivo por su ceguera, y a que fue diagnosticado con una enfermedad terminal.
En La Romana, las autoridades investigan el fallecimiento de Carlos Manuel Báez Reyes, de 47 años, a causa de intoxicación por sustancia química, según el diagnóstico del médico legista actuante.
Según declaraciones de su sobrino, Rafael Alexander Báez, de 20 años, ambos se encontraban en su residencia, del sector Quisqueya, cuando su pariente le informó que se sentía mal, ya que se había bebido un té de rábano y sábila.
Dijo que al revisar el envase se percató que había herbicida, por lo que lo trasladó de inmediato al hospital Doctor Francisco A. Gonzalvo, donde murió.
También en la piscina de un hotel en el distrito municipal Pedro Sánchez, de El Seibo, fue sacado el cadáver del haitiano Papo (a) Ticute, de 34 años, quien murió a causa de asfixia por ahogamiento según el diagnóstico del médico legista actuante.
Según el informe preliminar, las autoridades fueron informadas sobre el hallazgo del cadáver, por lo que se presentaron y realizaron las pesquisas correspondientes.
Mientras en el municipio Bayaguana, en Monte Plata, murió Longino Javier, de 50 años, a causa de electrocución, según el diagnóstico del médico legista actuante.
De acuerdo a las declaraciones de sus dos hijos, Dani Javier y Yohan Daniel Javier, su padre se encontraba tumbando palma real para los cerdos con una vara, la cual hizo contacto con una alambre del tendido eléctrico, por lo que recibió la descarga eléctrica que le quito la vida.
Los cadáveres fueron enviados al Instituto Nacional de Patología Forense, y a las oficinas regionales del INACIF, en San Pedro de Macorís, respectivamente, para los fines de necropsia mandatorios.
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