Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13

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Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios será contigo en donde quiera que fueres. Josué 1:9

Periodista Cesáreo Silvestre Peguero, editor de este portal Web.

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miércoles, 10 de mayo de 2017

¿Responsabilidad o encubrimiento?: la polémica decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de despedir al director del FBI, James Comey

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Donald TrumpDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionTrump despidió a Comey de forma inesperada.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dejó sorpresivamente sin trabajo este martes al máximo funcionario policial de su país, desatando una tormenta política en Washington. La gran pregunta es por qué lo hizo realmente.
Al anunciar Trump que había decidido despedir a James Comey, el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés), la Casa Blanca aludió a una investigación que éste realizó de los correos electrónicos de Hillary Clinton, la rival demócrata del actual presidente en las elecciones de noviembre pasado.
También se indicó que la remoción de Comey se hacía siguiendo el consejo del Departamento de Justicia y para recuperar la "confianza del público" en el FBI.
Trump y ClintonDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionLa Casa Blanca aludió a una investigación de los correos electrónicos de Hillary Clinton, la rival demócrata del actual presidente.
Pero el FBI también está llevando a cabo una investigación sobre la presuntainterferencia de Rusia en las últimas elecciones presidenciales de EE.UU., que según agencias de inteligencia locales buscó beneficiar a Trump, y los contactos de miembros de la campaña de Trump con funcionarios rusos.
Entonces, una duda que muchos se plantean este miércoles en Washington es si Trump intenta evitar que esta investigación siga por los cauces actuales, tratando de encubrir la verdad.
"Lo está echando ahora porque Comey no toma ninguna dirección de nadie y va en cualquier dirección que esta investigación lo lleve", afirma Joshua Sandman, experto de la Universidad de New Haven.
"No creo que sea revancha, creo que es un acto de prevención", dice Sandman a BBC Mundo. "Al despedir a Comey, (Trump) está tratando de parar esa investigación".

"Muy peligroso"

Es cierto que Comey, que asumió la dirección del FBI en 2013 con amplio apoyo republicano y demócrata, se había vuelto desde hacía meses una figura polémica a nivel político en Washington.
James ComeyDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionComey se había convertido en una figura polémica en Washington.
En julio, en plena campaña electoral, criticó públicamente la forma en que Clinton había manejado información clasificada siendo secretaria de Estado durante el gobierno del expresidente Barack Obama, calificándola de "extremamente descuidada".
Si esto molestó al Partido Demócrata de Clinton, su anuncio en la recta final de la campaña de que el FBI reabría la investigación sobre los emails de Clinton fue una virtual bomba electoral.
De hecho, muchos creen que esto fue determinante para el triunfo de Trump.
Pese a esto, Trump decidió que Comey continuara en el cargo… hasta este martes.
El despido ocurrió luego que se supiera que el director del FBI brindó información inexacta durante una audiencia en el Congreso acerca de la investigación de los correos electrónicos de Clinton.
"Es fundamental que encontremos un nuevo liderazgo para el FBI que restablezca la confianza del público y la seguridad en su misión vital de hacer cumplir la ley", sostuvo Trump en la carta de despido que envió a Comey.
Carta de despido de ComeyDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEn la carta de despido de Comey, Trump afirma que la medida es necesaria para restablecer la confianza pública en el FBI.
También pareció aludir de una forma peculiar a la investigación que el FBI lleva adelante para saber si Rusia conspiró con miembros de la campaña de Trump para perjudicar electoralmente a Clinton.
"Si bien aprecio enormemente que me informaras, en tres ocasiones separadas, de que no estoy siendo investigado, de todos modos concuerdo con el Departamento de Justicia en que no eres capaz de liderar de forma efectiva al Buró", indicó el presidente en su misiva.
Algunos creen que lo que le pasó a Comey fue el resultado de haber perdido la confianza de los demócratas y de haber levantado demasiadas preocupaciones dentro del equipo del presidente.
Además de haber anunciado la investigación sobre Rusia, el director del FBI dijo en marzo que carecía de información que respaldara la acusación de Trump de que Obama lo había espiado.
"Hasta cierto punto, Comey se cavó su propia tumba", sostiene Gordon Adams, un profesor emérito de la American University experto en temas de defensa y seguridad nacional.
El embajador de Rusia en Washington, Sergey Kislyak.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLas actividades del embajador de Rusia en Washington, Sergey Kislyak, forman parte de la investigación sobre la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones de 2016..
Pero advierte que lo que ocurrió este martes "potencialmente es muy peligroso, porque el director del FBI es un funcionario semi independiente y que el fiscal general recomiende despedirlo es un acto político".
"Un presidente que es impulsivo ahora tiene que nombrar al más importante agente de ley orden público dentro de Estados Unidos. El próximo director puede ser muy malo para las libertades civiles o para la independencia del FBI", dice Adams a BBC Mundo.

"Extraña política"

De hecho, la oposición demócrata ya comenzó a advertir a Trump que cualquier intento de socavar la investigación del FBI sobre la interferencia rusa podría ser grave.
"Esperamos que la Casa Blanca aclare cuanto antes si ésta investigación continuará y si tendrá un liderazgo creíble para que sepamos que habrá un resultado justo", sostuvo el senador demócrata Richard Durbin.
Por su parte, el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, pidió que se designara a un fiscal independiente para la investigación de los supuestos vínculos de la campaña de Trump y Moscú.
En su opinión, es la "única forma" de que los estadounidenses no piensen que el despido de Comey es parte de un "gran encubrimiento".
Trump y ComeyDerechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionEl despido de Comey abrió las especulaciones acerca de las motivaciones de Trump para hacerlo.
Mark Peterson, un profesor de ciencia política y ley en la Universidad de California en Los Angeles, cree que el presidente bien puede haber sentido que había que cambiar al director del FBI porque perdió la confianza que debía inspirar.
"Pero todo está envuelto en esta extraña política", señala Peterson a BBC Mundo.
"Lo que el presidente tiene que hacer en este momento es tener en el liderazgo del FBI a alguien que se considere creíble para todos", afirma.
Y advierte que en caso de que esto no ocurra, y si el próximo director del FBI decide acabar con la investigación de las conexiones rusas, podría haber una reacción bipartidaria que ponga en aprietos al presidente.
"Si eligen alguien que simplemente sea un protector del presidente", concluye, "eso va a poner a Trump en una situación política más seria".

Estados Unidos: ¿por qué comparan la decisión de Trump de despedir al director del FBI, James Comey, con "la masacre del sábado noche" de Richard Nixon?

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James ComeyDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionJames Comey fue despedido este martes por Donald Trump de su cargo de director del FBI.
El universo político de Estados Unidos atraviesa estos días la tormenta que causó la decisión del presidente Donald Trump de despedir al director de la Oficina Federal de Investigación (FBI), James Comey, este martes.
Sin embargo, se anticipa que será una tempestad que tardará en calmarse por el carácter casi inédito de la decisión: es la segunda vez en la historia que un presidente estadounidense cesa en sus funciones a un director del FBI, desde la creación de este organismo en 1908.
La primera ocasión fue en 1993, cuando el entonces presidente Bill Clinton decidió destituir a William Sessions ante las serias acusaciones de violación a la ética del cargo, tales como el uso del avión de la entidad para asistir a reuniones personales.
"A los directores del FBI se les da un mandato de 10 años con el fin de mantenerlos aislados de los cambios políticos. Es muy raro que sean despedidos", escribió el analista político Julian Borger.
Pero no solo es inusual, sino por demás confuso: Comey fue desplazado cuando el FBI adelanta una investigación sobre supuestos nexos de miembros de la campaña de Trump con Rusia (el FBI ha dicho varias veces que el presidente no es objeto de las investigaciones) que van más allá de los vínculos diplomáticos.
Donald TrumpDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionDonald Trump señaló en la carta en que despidió a Comey que "(...) No eres capaz de liderar de forma efectiva al Buró (Federal de Investigaciones o FBI)"
El argumento entregado por la Casa Blanca para justificar el despido -y según lo explicó el fiscal general, Jeff Sessions- fue que Comey no era digno de confianza por el mal manejo que había hecho de la investigación que marcó la campaña de la excandidata demócrata a la presidencia Hillary Clinton en 2016, sobre el uso de un servidor de correo electrónico personal para enviar mensajes con información clasificada.
Sin embargo, muchos políticos y analistas en Washington consideraron que el súbito despido era una maniobra del mandatario para controlar las investigaciones en marcha.
Y lo asociaron con otro hecho similar, ocurrido en octubre de 1973: cuando el expresidente Richard Nixon destituyó a Archibald Cox, un fiscal independiente que investigaba un caso concreto: Watergate.
"Esto es nixoniano", definió el senador demócrata Bob Casey.
"Esto es realmente sorprendente. La primera comparación inevitable es con Nixon y el despido del fiscal Cox. Al despedir a Comey, Trump está asegurando su control sobre el FBI a nivel político", le dijo al diario británico The Guardian el abogado y experto en leyes internacionales Scott Hortton.
Aunque en Twitter, la cuenta de la Biblioteca Nixon, con cierto sentido del humor, salió con una aclaración que se podría traducir como: "¿Sabías que?: el presidente Nixon nunca destituyó al director del FBI".
Tweet de la Bibliotecha NixonDerechos de autor de la imagenTWITTER / RICHARD NIXON LIBRARY
Pero vamos por partes: primero lo inédito, después lo confuso.

Inédito: el caso Sessions 1993

Primera aclaración: el presidente de EE.UU. tiene la potestad de destituir al director del FBI.
Pero esto sólo había ocurrido una vez. Y fue, hace 24 años, casi una maniobra de último recurso.
William Sessions había sido nominado por el presidente Ronald Reagan en 1987.
Pero hacia 1993, con Bill Clinton ya instalado en la Casa Blanca, el Departamento de Justicia comenzó a investigarlo por el mal uso de los bienes a los que tenía acceso como director de la entidad.
William Sessions.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionWilliam Sessions fue despedido de su cargo de director del FBI por el presidente Bill Clinton en 1993.
"El Departamento de Justicia halló, entre otras cosas, que Sessions se ha visto comprometido en una vergonzosa maniobra para evitar el pago de impuestos, por ejemplo mediante el uso de la limosina del FBI para llevarlo desde el trabajo hasta la casa", escribió el diario Los Angeles Times.
El reporte también señaló que Sessions había construido una valla de seguridad alrededor de su casa y la había hecho pagar por el gobierno, además de haber organizado viajes de negocios en el avión oficial a lugares donde podía reunirse con sus familiares.
Sessions ignoró el informe del Departamento de Justicia y no renunció a su cargo, lo que creó una crisis institucional.
Entonces, por recomendación de la fiscal general de entonces, Janet Reno, Clinton tomó la drástica decisión.
Richard NixonDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionRichard Nixon ha sido el único presidente de EE.UU. que ha renunciado a su cargo.
"No podemos tener un vacío de liderazgo en una agencia tan importante de Estados Unidos como es el FBI. Es tiempo de que este difícil capítulo en la historia de la agencia quede cerrado", dijo Clinton en una rueda de prensa.
Y parecía que el sacudón institucional no se iba a repetir.
Hasta este martes, con una decisión que ha sacudido Washington de un modo similar a la llamada "Masacre de la noche de sábado", ocurrida 43 años atrás. Pero, ¿qué fue aquello y cómo se comparan?

20 de octubre de 1973

"Esto es nixoniano".
Esa frase se refiere en especial a la noche del 20 de octubre de 1973 -que es conocida en el ámbito político estadounidense como la "Masacre del noche de sábado"-, en la que en un término de 24 horas el entonces presidente Richard Nixon hizo renunciar al fiscal general Elliot Richardson y a su fiscal general adjunto William Ruckelshaus por no obedecer la orden de despedir a un fiscal especializado.
Ese fiscal especializado era Archibald Cox, quien había sido nombrado para que analizara las denuncias que se habían hecho sobre el caso Watergate y que implicaban a miembros del gobierno.
A mediados de octubre de 1973, Cox le había pedido de forma escrita al presidente Nixon que le entregara las grabaciones que se habían hecho en la Oficina Ovaldurante sus días como presidente.
Esas grabaciones podrían dar pistas sobre lo ocurrido con el escándalo.
Archibald CoxDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionArchibald Cox (izq.) fue el fiscal especial para investigar el caso Watergate en 1973 y fue despedido por Nixon.
Nixon no sólo se negó a entregar los audios íntegros -ofreció un resumen ejecutivo, que Cox rechazó-, sino que le ordenó a su fiscal general, Elliot Richardson, el cierre de la oficina a la que Cox estaba adscrito.
Richardson decidió renunciar antes de cumplir esa orden. Su reemplazante, el fiscal general adjunto Ruckelshaus, también se negó y presentó su dimisión.
Fue entonces Robert Bork, quien era el procurador general de EE.UU., quien se quedó con el cargo y cumplió con la orden de Nixon.

¿La similitud con Trump?

El pasado 20 de marzo, el propio Comey, durante un interrogatorio en el Senado de EE.UU., dijo que el FBI estaba adelantando una investigación sobre los posibles nexos entre miembros del personal de Donald Trump y Rusia que van más allá de los vínculos diplomáticos normales entre los dos países y que podrían haber influenciado la campaña electoral que le dio la victoria al republicano.
"El FBI está investigando el origen de cualquier vínculo entre individuos asociados a la campaña de Trump y el gobierno ruso, y si hubo cualquier tipo de coordinación entre la campaña y la intromisión de Rusia", dijo Comey.
Por esos supuestos nexos, que se han convertido en un elemento tóxico dentro del gobierno de Trump, el mandatario ha perdido ya a Michael Flynn, quien había sido designado Consejero de Seguridad Nacional (y era una de las personas más poderosas de su gestión).
Jeff SessionsDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, se autoinhabilitó para investigar los nexos con Rusia.
Se descubrió que Flynn no había reportado a tiempo sus contactos y conversaciones con el embajador de Rusia en EE.UU., lo que fue considerado como una "omisión grave" y causó su salida del gobierno.
Por eso la decisión de despedir a Comey ha causado semejante sismo.
"La política de EE.UU. ha entrada en una 'dimensión desconocida'. Yo estaba decepcionado por el manejo que se le había dado a la investigación de los correos electrónicos, pero esto me aterroriza", escribió en su cuenta de Twitter Robby Mook, el director de la campaña de Hillary Clinton.
A todo esto se suma que el concepto que justificó la decisión de la salida de Comey fue hecho por el fiscal general Jeff Sessions, quien se autoinhabilitó para investigar cualquier caso referente a Rusia porque también se reunió con el embajador ruso.
La Casa Blanca insistió en que el despido esta relacionado exclusivamente con el caso de los correos electrónicos durante la campaña de Hillary Clinton. De hecho Comey aceptó que no había sido preciso sobre la información que había entregado sobre este asunto.
Y descartaron la importancia del tema sobre Rusia: "Es hora de dejar atrás la investigación sobre Rusia. No nada ahí. Es tiempo de enfocarse en las cosas que le interesan a los estadounidenses", dijo Sarah Sanders, quien es una portavoz oficial del gobierno.