Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. -Filipenses 4:13

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios será contigo en donde quiera que fueres. Josué 1:9

Periodista Cesáreo Silvestre Peguero, editor de este portal Web.

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martes, 15 de agosto de 2017

La ciudad de Canadá que permite que los adictos se inyecten heroína

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En medio de una crisis de opioides en expansión, la ciudad canadiense de Vancouver está llevando a cabo una pionera y radical estrategia de tratamiento para los adictos: dejar que se inyecten.
La heroína ha formado parte de la vida del barrio de Downtown Eastside de Vancouver durante tanto tiempo como abarca la memoria de los vecinos.
En los años 90 la práctica de compartir agujas entre los adictos llevó a la ciudad a "la epidemia más explosiva de VIH jamás observada fuera del África Subsahariana", según el investigador sobre Sida Thomas Kerr.
Esta crisis temprana de drogas condujo a la apertura, en 2003, del primer sitio de inyecciónsupervisada de toda América del Norte, llamado Insite.
Ahora, a medida que crece la epidemia de opioides, este mismo barrio se ha convertido en una incubadora de innovadores planes de tratamiento para la adicción.
Más de 10.000 visitas en un mes
Insite está frente a un bullicioso mercado callejero.
Es un espacio reluciente y clínico, muy distinto de la imagen común de adictos apiñados en un sucio callejón.
Solo en junio de 2017 la sala de inyección de Insite tuvo 10.600 visitas.
Un cliente del centro de inyección supervisada Insite de Vancouver recogiendo material en 2011.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionUn cliente del centro de inyección supervisada Insite de Vancouver recogiendo material en 2011.
Su fundador y exdirector, Chris Bruchner, dice que las instalaciones proveen "dignidad para personas que no tienen mucha dignidad en sus vidas cotidianas".
Bruchner empezó su carrera como activista contra el vih/Sida en Montreal, y asumió el desafió de Insite para lidiar con "el uso problemático de sustancias no como una acción criminal o un fracaso moral sino como un tema social y de salud".
Los pacientes pueden inyectarse sus propias drogas en la clínica, en presencia de una enfermera o de un médico.
Insite ayuda a los adictos a conectarse con otros servicios sociales, como los de de alojamiento o salud mental, y también provee servicios de desintoxicación.
Hay decenas de estudios en revistas especializadas de gran reputación, como The Lancet y British Medical Journal, que apoyan la visión de Insite de que este tipo de estrategias reducen las enfermedades o el desorden público y que pueden animar a la gente a salir de las drogas para siempre.
Estas investigaciones alimentaron la apertura de centros similares en otros lugares de Canadá y Estados Unidos: hasta ahora hay 16 sitios con licencia en Canadá y uno en camino en la ciudad estadounidense de Seattle.
AdictoDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEE.UU. y Canadá viven una epidemia de consumo de opioides.
Los críticos dicen que la filosofía de Insite implica tirar la toalla con respecto a la adicción de los usuarios, pero el actual director de la clínica, Mark Lysyshyn cree que es justo al contrario.
"Se trata de ayudar a la gente cuando te necesita, de ayudarlos a estar vivos hasta que alcancen el punto en que el tratamiento o la desintoxicación son opciones para ellos".

Otra opción en el barrio: "Área 62"

Fue la expansión del uso del fentanilo, un opioide letal 50 o 100 veces más potente que la heroína, lo que hizo que los centros de inyección supervisada pasaran de ser un experimento médico a una necesidad.
Y ningún lugar recibió un golpe tan duro como Vancouver. Las autoridades estiman que para finales de 2017 la ciudad habrá tenido 430 muertes por sobredosis, casi el doble que en 2016.
Familiares de un muerto por sobredosisDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionSe espera que el número de muertos por sobredosis aumentará en 2017.
Sarah Blyth, una activista de la comunidad que coordina el mercado de Downtown Eastside recuerda cuando las cosas empezaron a empeorar, a principios de 2016.
Aunque las sobredosis siempre fueron un problema en los callejones que hay detrás del mercado, Blyth dice que hubo un momento en que cada mañana había un nuevo cadáver.
"La gente moría por todas partes", dice.
Blyth recibió formación para administrar Naloxone, un antídoto para las sobredosis de opioides, mientras trabajaba en un refugio del barrio para los sin techo. Poco después empezó a correr a diario a Insite a buscar kits del antídoto.
Una persona se inyecta en Area 62, un sitio organizado por la Sociedad para la Prevención de la Sobredosis.Derechos de autor de la imagenBBC SPORT
Image captionUna persona se inyecta en Area 62, un sitio organizado por la Sociedad para la Prevención de la Sobredosis.
En otoño de 2016, junto a un grupo de voluntarios, creó la Sociedad para la Prevención de la Sobredosis, un sitio comunitario de inyección supervisada situado entre el mercado y los callejones, en lo que se conoce ahora como "Área 62".
Blyth ayudó a formar a la gente en la administración de Naloxone y empezó una campaña de financiación colectiva para acceder a su abastecimiento.

Una iniciativa comunitaria ilegal... al principio

Insite tenía una permiso especial del gobierno que le daba una exención de las leyes antidrogas. Pero cuando Área 62 abrió por primera vez era ilegal.
"Dijimos, nos da igual, vamos a abrir este espacio", le dijo Blyth a la BBC.
"Si nos dicen que no podemos les decimos que estamos salvando vidas, que se larguen".
Sarah Blyth frente al mercado callejero de Downtown Eastside
Image captionSarah Blyth frente al mercado callejero de Downtown Eastside
La policía ignoró lo que pasaba en Área 62 hasta las Navidades de 2016 cuando el lugar obtuvo una licencia para operar del departamento de salud pública de la ciudad.
La Sociedad para la Prevención de la Sobredosis funciona desde remolques y tiendas de campaña. La mayoría de los voluntarios son residentes de la zona, y son consumidores de drogas o tienen parientes que lo son.
Blyth dice que para muchos salvar las vidas de los otros les ayuda a tener un motivo para no recaer en la adicción.
"Les da viento a sus velas", dice.
Robin Macitosh, una vecina cuyo hermano murió de sobredosis en 1993, cuenta que ser voluntaria le dio un propósito a su vida. Ella cree que ha salvado la vida a cientos de personas.

Heroína recetada por el médico

No muy lejos de "Área 62" está una de las reservas de heroína más vigiladas de la ciudad.
Se trata de la clínica Providence Crosstownel único centro médico de Canadá que puede recetarle heroína a los adictos.
Su programa empezó en 2009 y funciona a su capacidad máxima, atendiendo a 130 pacientes.
Russell Cooper es uno de ellos. Dice que entiende por qué algunas personas están en desacuerdo con el polémico tratamiento.
Russell Cooper
Image captionRussell Cooper dice que este programa que permite la prescripción de heroína la salvó la vida.
"No los culpo. ¿Por qué utilizar los dólares de sus impuestos para que la gente se de un viaje?", dice después de su dosis de esta mañana.
"Lo único que puedo decirles es que la adicción es muy poderosa".
Cooper lleva 30 años enganchado, desde que probó la heroína por primera vez estando en prisión.
Cuenta que le hizo sentirse bien. Le gustó y sus amigos la consumían. Pero cuando se le pasó el efecto se quedó temblando, sudando y con una única cosa en la mente: conseguir más.
Cuando salió de la cárcel empezó a traficar con drogas para mantener su adicción. Perdió la custodia de su hijo y se empezó a quedar en refugios para sin techo.
Intentó varias veces seguir un tratamiento con metadona, y a veces llegó incluso a estar uno o dos años enteros sin consumir heroína.
Pero siempre volvió a caer.
"La metadona es como ponerte una manta por encima, pero antes o después te va a dar frío".
Abastecimiento para un centro de inyección supervisada.
Image captionSuministros de un centro de inyección supervisada.
Cooper es el candidato ideal para este tipo de programa, dice el doctor Scott MacDonald, el médico que lidera la clínica Crosstown.
La prescripción de heroína es el último recurso para la gente que ya ha intentado dejar la adicción muchas veces.
Igual que Insite, esta clínica también pone en contacto a los pacientes con los distintos servicios sociales de la ciudad.
Ese es su verdadero propósito, dice MacDonald.
Al darle dosis estables de drogas limpias, sin fentanilo, que es tóxico, los pacientes pueden mantener su adicción y no estar en las calles.
Cooper cree que este programa la salvó la vida.
CanadáDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl aumento de las muertes relacionadas con el fentanilo hace que las autoridades canadienses siempre tengan que estar buscando nuevas estrategias.
Le permitió salir del refugio y vivir en su propio departamento. Consigue algo de dinero haciendo trabajillos en el edificio y ayudando a un amigo que trabaja con caballos de carreras.
Además es voluntario en las escuelas, educándolos sobre los peligros de los opioides.
Lo que más quiere es volver a conectar con su hijo de 12 años.

No hay soluciones universales

A pesar de los distintos programas para la adicción que ya existen en Vancouver, el aumento de las muertes relacionadas con el fentanilo hace que las autoridades canadienses siempre tengan que estar buscando nuevas estrategias.
Chris Bruchner, el fundador de Insite, ahora trabaja para Fraser Health, una institución suburbana de salud, y dice que lo que funciona en Downtown Eastside puede no ser eficaz en otras áreas del país.
"En Vancouver la gran mayoría de las sobredosis están centralizadas en cinco manzanas, pero en otras comunidades están diseminadas".
Downtown eastside, Vancouver, CanadaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionCalle principal del barrio Downtown Eastside, en Vancouver.
La mayoría de las muertes por sobredosis ocurren cuando alguien consume drogas solo en su departamento, según datos públicos, lo cual hace que sea vital conectar con la gente antes de su adicción.
Fraser Health ha estado llevando enfermeras a zonas con antecedentes de sobredosis para distribuir kits de Naloxone e incluso supervisando inyecciones en las casas particulares de los adictos.
Pero Bruchner cree que el gobierno también debe invertir en alojamiento estable, recursos para la salud mental y educación, para que la gente ya de entrada no sienta la necesidad de empezar a usar heroína.
Lysyshyn, el actual director de Insite, concuerda con Bruchner en que las sobredosis disminuirán cuando los drogadictos dejen de ser tratados como fracasados morales.
"Nunca vamos a poder supervisar todas las inyecciones", dijo.
"Así que las estrategias de prevención no deben basarse en el acceso a Naloxone, sino en un cambio en las políticas sobre consumo de drogas".

6 preguntas para saber si te puedes fiar de una noticia de salud

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Aunque en general uno sabe que no hay que creerse automáticamente todo lo que se lee en internet, ¿cómo saber cuando una información sobre salud es fiable y cuándo no?
A veces los periodistas exageran, malinterpretan, extrapolan o simplemente repiten lo que otros dicen sobre los resultados de un estudio.
En otras ocasiones son los propios autores o terceras partes interesadas quienes pueden exagerar los resultados de una investigación.
Por eso, te presentamos seis preguntas que puedes utilizar para medir la fiabilidad de una noticia, basadas en las recomendaciones escritas por la doctora Alicia White para el servicio británico de salud pública, (NHS, por sus siglas en inglés).

1. ¿Está basada en una investigación científica?

El artículo debería dar información sobre la evidencia científica que sustenta la noticia. Si no existe esa información, la noticia debe ser tomada con mucho cuidado.
"Lo mismo se aplica a investigaciones que todavía no fueron publicadas", escribe White.

2. ¿Está el artículo basado en una reseña o "abstract" de un congreso?

Los resultados de estudios que se suelen presentar en congresos están con frecuencia en una etapa preliminar y todavía no fueron examinados con escrutinio por otros expertos de ese campo.
Además, las reseñas de congresos casi nunca dan detalles sobre la metodología de la investigación, con lo cual es difícil juzgar la fortaleza del estudio.
Cuando los estudios científicos fueron publicados en revistas especializadas, normalmente quiere decir que ya pasaron por una evaluación y escrutinio por parte de otros académicos, un proceso que da ciertas garantías de calidad y que en inglés se denomina en inglés peer-reviewed.

3. ¿Se hicieron las pruebas en humanos?

"Con frecuencia, la 'cura milagrosa' del titular resulta que solo fue probada en células de laboratorio o en animales", apunta la doctora White.
Los estudios en células y en animales son etapas iniciales de investigación que resultan cruciales "y no deberían ser infravaloradas".
"Sin embargo, muchos fármacos que muestran resultados prometedores en células de laboratorio no funcionan en animales y muchas sustancias que parecen prometedoras en animales no funcionan en humanos".

4. ¿Con cuánta gente se hizo el estudio?

En general, dice la doctora, "cuanto más grande es el estudio más fiables son los resultados".

Cerebro con gafas sobre libroDerechos de autor de la imagenSIMARIK/GETTY IMAGES
Image captionA veces los propios autores de un estudio o terceras partes interesadas exageran. En otras ocasiones son los periodistas quienes no verifican la información o la exageran.

Los estudios pequeños pueden dejar atrás importantes diferencias porque carecen de potencial estadístico y además son más susceptibles de encontrar cosas "por casualidad".
"Así que cuando veas que un estudio se hizo solo con unas cuantas personas, toma la información con cuidado".

5. ¿Tenía el estudio un grupo de control?

Existen muchos tipos diferentes de estudios para contestar a diferentes preguntas. "Si la pregunta es sobre si un tratamiento o exposición a una sustancia tiene un efecto o no, entonces el estudio necesita tener un grupo de control".
Eso le permite a los investigadores comparar lo que le pasa a la gente que sigue el tratamiento con lo que le sucede a quienes no lo siguen.
"Si el estudio no tiene un grupo de control, entonces es difícil atribuirle los resultados al tratamiento con certeza", escribe White.

Ilustración de curas milagrosasDerechos de autor de la imagenJDAWNINK/GETTY IMAGES
Image captionLa mayoría de los experimentos hoy en día están financiados por los propios fabricantes del producto que se está estudiando, ya sea un fármaco, una crema de vitaminas o un alimento.

La doctora puntualiza además que es importante que el grupo de control sea lo más parecido posible al grupo tratado. Y la mejor manera de lograrlo es asignando de manera aleatoria a los participantes a uno u otro grupo.
Esto es lo que ocurre cuando las investigaciones se hacen con una prueba controlada aleatorizada o ensayo controlado aleatorizado, conocido como RCT, que se considera el método "de oro" para probar los efectos de los tratamientos.
"Así que cuando leas sobre un fármaco, un alimento o un tratamiento que se supone que causa un efecto 'x', lo que quieres es tener evidencia de que hubo un grupo de control e, idealmente, de que el estudio se hizo aleatorizado. Sin ambos, mantén un saludable escepticismo", recomienda White.

6. ¿Quién financió y quién condujo el estudio?

Esta pregunta añade un punto final de cinismo. Según la doctora White, la mayoría de los experimentos hoy en día están financiados por los propios fabricantes del producto que se está estudiando, ya sea un fármaco, una crema de vitaminas o un alimento.
Eso significa, apunta White, que son una parte interesada en los resultados del estudio, algo que potencialmente podría afectar los hallazgos de los investigadores, ya sea de una manera más o menos consciente.
Pero eso no quiere decir, matiza, que todas pruebas realizadas por los fabricantes o patrocinadores sean poco fiables. "Muchos son muy buenos", apunta.
Pero es conveniente ver quién financió el estudio para descartar un potencial conflicto de intereses.

Vómitos, diarrea y deshidratación: ¿por qué el norovirus es tan contagioso?

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Hasta las personas en mejores condiciones de salud sucumben a los norovirus, un grupo de virus extremadamente contagiosos que causan cuando menos engorrosas gastroenteritis y, en los casos más graves, una deshidratación que requiere de hospitalización.
El episodio reciente más sonado es el de un grupo de atletas que participaban en el mundial de atletismo en Londres y se hospedaban en el mismo hotel de la capital británica.
Un brote de norovirus hizo que varios cayeran enfermos y tuvieran que retirarse de la competición.
Pero, ¿qué hace que los norovirus sean tan contagiosos y resistentes?

Sobrevive a 60 grados

El norovirus puede contagiarse entre personas por contacto directo, al ingerir comida o bebida contaminadas o al tocar superficies u objetos donde se depositaron partículas del virus.
Según Derek Gatherer, virólogo de la Universidad de Lancaster, en Inglaterra, el norovirus, además de ser "extremadamente infeccioso" y "muy desagradable" se expande "muy fácilmente en ambientes compartidos".
Puede sobrevivir en el ambiente durante muchos días y los brotes suelen afectar a más del 50% de las personas susceptibles de contagio.
Los brotes, de hecho, son muy comunes en hospitales, residencias, cárceles, escuelas y cruceros, y pueden ser muy difíciles de controlar dada la facilidad del contagio.
Según el virólogo, se ha estimado que solo se necesitan 18 partículas del virus para dar pie a una infección. "Hace falta una cantidad muy pequeña de materia fecal en la zona de un baño por ejemplo, para contagiarse, incluso cuando la persona infectada hace mucho tiempo que se fue".
Por eso es tan difícil de controlar, incluso tras la limpieza.
"Se sabe que el norovirus ha sobrevivido a temperaturas de hasta 60 gradoscentígrados así que lavarte las manos con agua fría no es realmente una medida de higiene adecuada para prevenir el contagio", dijo Gatherer.
"Debes lavarte las manos con jabón o con detergente a una temperatura de 60 grados, que es una temperatura muy desagradable, y todas las zonas comunes, como las cocinas y los baños, tienen que ser limpiadas a una temperatura similar para retirar todas las partículas depositadas en las superficies".

Síntomas "explosivos"

El especialista le dijo a la BBC que en Reino Unido, donde los norovirus son frecuentes en el invierno, se estima que cada persona lo contrae unas cinco veces a lo largo de la vida.
Además de vómitos y diarrea, a veces extremos y descritos como "explosivos" por los pacientes, muchas personas reportan fiebre, dolores de cabeza y dolor en las extremidades.
Todo ello acompañado de una gran "falta de energía" y de un gran malestar.
Dolor de estómagoDerechos de autor de la imagenCHOMBOSAN / GETTY IMAGES
Image captionSi bien muy desagradable, el norovirus no se considera, en general, peligroso.
Según Gatherer, estos síntomas a veces solo duran 12 horas y a veces persisten hasta cinco días, dependiendo de las personas.
No hay tratamiento alguno para el norovirus, salvo dejar que el cuerpo se deshaga por sí solo de la enfermedad.
Los enfermos deberían beber mucho líquido para evitar la deshidratación y cuidar mucho la higiene, lavándose las manos con jabón con frecuencia para prevenir el contagio a otras personas.
Además, los enfermos pueden seguir contagiando el norovirus durante cierto tiempo después del malestar, por eso el servicio de salud pública de Reino Unido, el NHS , recomienda no ir al trabajo o al colegio hasta pasadas 48 horas tras la desaparición de los síntomas.
Si bien muy desagradable, el norovirus no se considera, en general, peligroso.
La mayoría de las personas se recuperan en pocos días, pero en casos extremos, entre las personas mayores y débiles de salud o individuos con otras complicaciones médicas subyacentes, el norovirus puede llegar a ser letal.
Las personas mayores y los bebés y niños menores de un año también son más vulnerables a una deshidratación grave por causa de los vómitos y la diarrea.