El concepto de teléfono tal y como lo conocíamos en sus inicios ha dejado de existir. Especialmente los teléfonos móviles no se limitan a llamar y mantener una conversación a distancia, sino que son tecnología multiusos para hacer fotografías, ver contenido audiovisual o incluso como pago móvil de bienes.
Existe cierto debate acerca de la obsolescencia de los smartphones siendo éstos sustituidos por otra tecnología como Internet de las cosas.
Sin embargo parece más acertado que los smartphones seguirán evolucionando con tecnología puntera para ver una transformación radical de los móviles.
Algunas de las tendencias que marcarán los teléfonos de la próxima generación:
– Smartphone plegables: estamos viendo propuestas de este tipo por parte de Samsung y Huawei, Galaxy Fold y Mate X, entre otros. Como su propia denominación implica constan de una pantalla plegable que se ajusta de forma erfonómica a las condiciones de visión del usuario y simulando la ductabilidad del papel.
Estos móviles se forman de componentes flexibles para posibilitar que las pantallas se plieguen.
– Smartphone enrollable: en un paso más lejos los móviles se podrán enrollar y adaptar por ejemplo a la muñequera. Marcas como Samung ya están trabajando en este modelo
Ahora sabemos que Samsung está trabajando en un móvil formato muñequera. Un móvil hiperflexible, de pantalla muy larga, táctil que podríamos utilizar y llevar como si de un reloj se tratara.
– Las redes 5G para potenciar la inteligencia artificial. Recientemente vimos un proyecto de sistema operativo en la nube, Puffin OS. Este concepto permite ejecutar desde servidores las aplicaciones, de forma que el hardware del teléfono no tiene por qué ser tan potente.
– Las redes 5G para potenciar la inteligencia artificial. Recientemente vimos un proyecto de sistema operativo en la nube, Puffin OS. Este concepto permite ejecutar desde servidores las aplicaciones, de forma que el hardware del teléfono no tiene por qué ser tan potente.
– Teléfonos con procesador cuántico: más pequeños y con una capacidad de cómputo muchísimo mayor.
Es el caso de un procesador cuántico de 100 qubits, que sería un chip, aunque haya que enfriarlo a 15 milikelvins, prácticamente el 0 absoluto, tiene más potencia de cálculo que un superordenador.
– Teléfonos como cámaras fotográficas: más cámaras, de más calidad y tridimensionales. Es el caso del Nokia 9 PureView que ha abierto un camino en este terreno. Sus cinco cámaras traseras producen una tremenda calidad de imagen, aunque curiosamente no equipan una tecnología con zoom, como la del Oppo Reno 10x Zoom o la del Huawei P30 Pro. que equipan tres cámaras traseras.
Redacción
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Fuente: La Vanguardia