Si el Presidente Obama quiere mantener la gente despierta durante su próximo discurso sobre el estado de la Unión, debería considerar la posibilidad de contratar a Maritza Jiménez como su invitada.
Jiménez, la madre de la dominicana María Teresa Feliciano, candidata a la alcaldía de Paterson, incitó a la multitud en un mitin celebrado hace un par de semanas, con su ardiente comentario improvisado, y la Ciudad de Seda no ha parado de hablar de ello.
A principios de semana, el video del discurso de dos minutos de Jiménez, hecho en español durante un mitin el 19 de enero en el Hamilton & Ward Steakhouse, fue publicado en el sitio web de northjersey.com, y tengo que decir que hasta ahora, ese ha sido el momento más estimulante en la campaña de este año. Llamada a la tarima por Néstor Montilla, el esposo de Feliciano, Jiménez no perdió tiempo en exaltar las virtudes de su hija, y hacer una declaración audaz.
"Cuando ella era una bebé, Dios me prometió que María Teresa iba a ser grande entre los grandes", Jiménez tronó en el micrófono. "La promesa de Dios se está haciendo realidad."
Como reportara Joe Malinconico del periódico Paterson Press, Feliciano envió el video a la lista de distribución de correo electrónico de su campaña.
Cuando se le preguntó si cree en la profecía de su madre, Feliciano dijo, "Esa es la Fe de mi madre." Personalmente, yo no creo que a Dios le importe un ápice quién sea el próximo alcalde de Paterson, pero reto a cualquiera a ver el video y no ser estremecido por el extraordinario espíritu y pasión de Jiménez.
Mi reacción inmediata fue que Jiménez debe postularse. Si no para alcalde, para un asiento por acumulación en el consejo.
Paterson necesita más de la pasión y emoción de Maritza Jiménez ahora, en lugar de la misma política aburrida y asombrosamente deprimente que se ha mostrado en las primeras semanas de la campaña. Me intrigó específicamente el que Jiménez invocara el nombre de Deborah, una de los héroes del Antiguo Testamento. Si bien recuerdo mis lecciones de la escuela dominical en la iglesia, Deborah era una luchadora, el tipo de luchadora intrépida que Paterson necesita ahora.
De hecho, Paterson necesita a alguien dispuesta a luchar por la gente común, la gente que guía camiones y sirve en los restaurantes, la gente que abre las tiendas en las mañanas heladas de enero y recoge la basura en el calor de julio. Necesita alguien que defienda al contribuyente y también al albañil. En resumen, la ciudad necesita alguien más interesado en dar que en recibir.
Se necesita un alcalde que este más interesado en mejorar la vida de sus vecinos, los envejecientes y las madres que trabajan, que en pagarse a sí mismo días por enfermedad y vacaciones no utilizados, aceptar pago por horas extras a las que no tiene derecho, o proteger miembros de su gabinete que hacen lo mismo, y no lo devuelven. Esto no es un endoso de Feliciano o cualquier otra persona, pero Paterson necesita una infusión de energía, un espíritu de lucha como el que muestra Maritza Jiménez.
Según se desarrolla la campaña para la alcaldía en los próximos tres meses, los residentes de Paterson deben rehusar quedarse en la mediocridad. Necesitan un alcalde que busque soluciones reales al crimen y trace el camino hacia el desarrollo económico.
Quizás fue coincidencia o destino que el video del discurso de Jiménez entró en la “esfera digital” y se convirtió en sensación al final de una semana – la semana del Superbowl – donde ocurrieron varios cambios en la carrera para la alcaldía.
Primero, se publicó que Benjie Wimberly, uno de los hijos favoritos de Paterson, el asambleísta, entrenador de fútbol y director de recreación de la ciudad por mucho tiempo, había decidido no entrar en el melé de 12-personas que promete ser la carrera para la alcaldía. Wimberly, quien dijo haber estado considerando la difícil decisión por semanas, cito razones “pragmáticas" de familia para no postularse.
Más inquietante es la guerra en los últimos días sobre el pago de $74,000 que recibió el ex alcalde José "Joey" Torres por días de enfermedad y vacaciones no utilizados, justo el día antes de dejar el cargo en el 2010. Torres ha sostenido que no hizo nada malo legalmente. Es posible que así sea, pero eso no lo hace correcto.
Ahora el Alcalde Jeffery Jones ha entrado en el juego, diciendo que no hay leyes de la ciudad que permitan el pago y exige que Torres devuelva el dinero.
Es interesante esta demanda viniendo de Jones, quien la semana pasada no pudo responder a la pregunta de si el mismo se haría tal pago, y un hombre que se negó a pedir a los miembros de su gabinete devolver un pago de horas extras que el estado determinó no les correspondía.
Torres, por supuesto, acusa a Jones de jugar a la política con el tema. Vaya usted a ver.
Quizás un día los habitantes de la ciudad se cansen de tantas artimañas políticas.
Quizás algún día realmente opten por alguien más serio, alguien que tiene la posibilidad de “ser grande entre los grandes".