Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. -Filipenses 4:13

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios será contigo en donde quiera que fueres. Josué 1:9

Periodista Cesáreo Silvestre Peguero, editor de este portal Web.

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miércoles, 9 de abril de 2014

Ancianos invocan solidaridad para no morir en la penuria

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TEGUCIGALPA.- Decenas de ancianos, desfavorecidos de la ayuda gubernamental y familiar, en la colonia San José de El Pedregal, en Comayagüela, se han organizado para buscar apoyo comunitario y no morir en las penurias a que los orilla la sociedad.

Los adultos mayores se reúnen en la Iglesia Católica de San José de El Pedregal, en Comayagüela, donde reciben una merienda cada fin de semana.
Hombres y mujeres con edades entre 70 y 100 años, se han aglutinado en una organización de la tercera edad en ese sector de la capital para exigir que son personas con muchas necesidades y que deben ser atendidos por las autoridades.
El coordinador de los adultos mayores de El Pedregal, Agustín Osorio, señaló que esa es una de las colonias capitalinas con mayor número de personas de la tercera edad, que carecen de ayudas para satisfacer sus necesidades básicas.
URGEN BONO DE ORO
“Por eso es que nosotros andamos aquí trabajando para ver qué se le consigue a esta pobre gente, ya que muchos no pueden ni caminar, no tienen ni qué comer y hay que buscar la forma cómo ayudarlos”, exclamó Osorio.
Agregó que se han cansado de tocar puertas en las instituciones de gobierno, para asistirlos porque la mayoría son personas que en sus hogares no les pueden suplir sus necesidades.
Sin embargo, la Iglesia Católica de la colonia les ha cedido uno de los salones para que se reúnan, además de apoyarlos espiritualmente.

Por las calles de la colonia San José de El Pedregal, deambulan personas de la tercera edad en busca de manos amigas.
Osorio dijo que ya han llevado listas a los programas de bonificación del gobierno, pero no han encontrado respuestas satisfactorias. “Estamos hablando del Bono de Oro que ofreció el gobierno a la gente de la tercera edad, pero desde hace cinco meses nos están engañando”, lamentó.
Según indicó, una comisión de la Secretaría del Interior y Población les iba a dar esa ayuda y siguen esperando, porque los ancianos todos los días preguntan cuándo les darán ese aporte.
DON DE SERVICIO
“Yo lo hago porque también soy de la tercera edad, tengo 72 años, pero a mí Dios me ha dado el don de servicio y me da pesar que aquí tenemos muchas personas que ni conocen dónde quedan las oficinas del Programa de Asignación Familiar (Praf), para ir a anotarse para el Bono del Adulto Mayor”, señaló.
Lamentó, que ellos tienen una necesidad que no pueden esconder, “porque son personas que están enfermas, que padecen de la presión, diabéticos, algunos ya no miran y no pueden caminar, porque hay quienes pasan de los 100 años”.

Agustín Osorio es el encargado de visitar a los ancianos para buscarles ayuda.
Asimismo, contó que entre esos ancianos “hay personas que han sido dirigentes del Partido Nacional, que se han fajado para tener el partido en el poder, que trabajaron desde que estaba el general Tiburcio Carías Andino, don Julio Lozano Díaz y Juan Manuel Gálvez y ahora están abandonados”.
Por su parte, la coordinadora pastoral de la Iglesia Católica, Gloria Cárdenas, manifestó que están dispuestos a ayudar a los ancianos y los fines de semana los reúne para darles una pequeña merienda.
“Lastimosamente no los podemos reunir a todos porque ellos se enferman y luego no aparecen, otros que se mueren, pero aunque sea en sillas de ruedas están viniendo y aquí los estamos atendiendo”, indicó.
La Iglesia Católica hace actividades para recaudar fondos y de esa manera logran darles la merienda a estos personajes de la vida. (ECA).
Ancianita de 107 años clama bono de la tercera edad
Llegar a los 107 años de edad no es tan común en un país como Honduras, donde el promedio de vida oscila entre los 65 y 70 años, debido a las difíciles condiciones socioeconómicas en que se debate la población hondureña, pero siempre hay casos excepcionales, como el de doña María de Jesús Martínez.
La señora María de Jesús Martínez tiene 107 años de edad y reside junto a una sus hijas menores, llamada Juana María Amador (75), en la colonia San José de El Pedregal. Su hija le prodiga cuidado de forma permanente, ya que de 13 vástagos que tuvo apenas cuatro de ellos están vivos.
La dulce ancianita luce como una persona relativamente sana y, a pesar de que padece de varias enfermedades, como artritis y afecciones de los sentidos de la vista y auditivo, como resultado de su avanzada edad, aún camina con relativa lentitud.
A ella le ha tocado sufrir el dolor de perder a su esposo, Andrés Amador, quien murió hace 13 años a la edad de 95 años, y por si eso fuera poco, ha visto morir a 11 de sus hijos y quienes sobreviven en su mayoría también son personas longevas.
UNA RELIQUIA
Su hija, Juana María Amador, manifestó que subsisten gracias a la ayuda de uno de sus hijos mayores, que trabaja en una panadería y les da el sustento diario.
“Dios me ha dado estos hijos que aún con dificultades, porque ellos tienen su propio hogar, no me han dejado de la mano para seguir cuidando esta anciana que para mí es una reliquia, porque la mayoría de mis hermanos se han muerto y ella aquí está”, contó Martínez.
Indicó que la ayuda que le dan sus dos hijos les sirve para la alimentación y cubrir otras necesidades, pero su madre necesita medicamentos para los problemas visuales y auditivos que sufre, además de las deficiencias gástricas que padece.
“A nosotros nos han prometido que nos ayudarán con el bono que da el gobierno y nos hacemos ilusiones que nos podía servir para comprar los medicamentos, pero eso no ha sido verdad”, lamentó.

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