POR CESÁREO SILVESTRE
La ambición desmedida a la obtención del dinero arrastra las mas bajas pasiones y, arrebata los mas sostenibles grados de sentido común que se tenga.

En un ambiente comunicacional que ha sido perneado por la incultura y por la depravación social que ha viciado los compromisos sociales de muchos comunicadores, es necesario que se haga un alto en el camino para concienciar a los que han perdido el rumbo.
Ante esta latente realidad, lo menos que debe hacer un personero de los medios, es negarse a promover los eventos de índoles culturales y educativos que aun algunos nos ocupamos en proyectar.

Para objetar ese evento, Robert Benitez, utilizó como pretexto el hecho de que yo no lo contraté para ser el maestro de ceremonia ó voz en off de la promo del referido evento.
Es muy inapropiado utilizar esta artimaña que desnaturaliza la objetividad y que pone en tela de juicio al comunicador y/o al medio que este representa. Esa actitud deja mucho que decir, no sólo en cuanto a la falta de respaldo y al compañerismo que debe primar entre colegas del medio.

Sale de mí el sacrificio de realizar esos eventos culturales, educativos e históricos.
Platear el tema del dinero en un acto de esta naturaleza, que no es de negocios, no es muy elegante de parte de este "señor"
Es innegable que el dinero es necesario para casi todo. No es condenable que él cobre, lo que no consigo entender es que haya obviado hacerse eco de difundir ese acto cultural, por el simple hecho de que no le pagué fuera de la labor que asume en ese medio. Eso se llama chantaje. Lo contraproducente es que, ese tipo de "personaro", después se escucha llenarse la boca al decir que se debe fomentar la cultura. -Ese tipo de dicótomia se hace muy común en estos tiempos subversivos. Se ha perdido el criterio, la simulación es una constante en quienes se venden como éticos, siendo en realidad sofistas desacertados, que no viven lo que predican y que confunden a los ingenuos con ridículas poses de actores.
¿Son dignos de credibilidad estos tipos de "personeros"?
El dinero, desde el punto de vista de la etiqueta, ¿se debe sobreponer al factor ético?
¿Tiene importancia el dinero para sucumbir principios?
¿Hasta qué punto nos degrada el afán al dinero?
¿Son dignos de confianza los ambiciosos desmedidos al dinero?
¿Hasta qué punto nos dirigimos con personas que asumen actitudes de meretrices comunes?
Se trata de un verdadero metálico. "Personas como él", son un verdadero peligro representando un medio de comunicación. Él, tergiversa el rol para el cual labora. Es bueno que la sociedad este pendiente al actuar de este tipo de "gente".
Muchas veces, nos dejamos influenciar de las apariencias, no sabiendo que los camaleones varían de color, pero, no cambian de orígenes. Nadie puede ofrecer lo que no tiene, el retrato mas auténtico del ser humano es su accionar.
Ojalá la mezquindad no permita hacer sucumbir el buen ánimo de los que trabajan en pos de la cultura.
Que la indiferencia y desacertadas objeciones de este tipo de personas, no sea causa del desánimo en algunos que aun creen en el manifiesto del accionar cultural como transformación social, aunque en este caso, él no logra quebrantar mis luchas culturales, en otras personas sííí. Se necesita de todos para contrarrestar el encadenamiento de libre acceso a pregonar la cultura sin cortapisas.
¿Usted, qué opina? No todos tendrán la valentía de opinar, tal vez, algunos le teman a la "lengua" de ese "señor". Yo le temo a mi creador: Jehová Dios. El que tiene libertad de criterio, no debe omitir su sentir.
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