Little Haiti es un barrio repleto de pequeños y coloridos establecimientos comerciales.
MIAMI, Estados Unidos.- Residentes, dueños de negocios y líderes cívicos de la barriada miamense Little Haití promulgaron una declaración que sostiene una clara consigna: “Queremos quedarnos aquí”.
El documento, que está siendo distribuido a las autoridades administrativas y legislativas de Miami, consta de cinco peticiones y la primera apunta hacia de la creación de un “distrito histórico y cultural”, que tendría el propósito de preservar la vida y las costumbres de los residentes del área.
Al respecto, Wilfrid Joseph Daleus, un inmigrante haitiano y propietario Daleus Museum and Art Gallery, dijo que “empresarios y agentes inmobiliarios han tratado de sacarme de mi vecindario”.
Daleus, de 66 años, manifestó que su galería se encuentra abierta al público desde 1980, pero la renta que tiene que pagar por el local, donde funciona el negocio de arte, ha sido incrementada paulatinamente y, agregó, que sólo a través de la designación de la zona como un “distrito histórico y cultural” el Gobierno municipal podría ayudar al sostenimiento de esa comunidad.
En segunda instancia, los habitantes del sector miamense están solicitando la creación de un fondo especial para ayudar a las personas que puedan resultar afectadas por la ejecución de proyectos urbanísticos y el auge de los nuevos negocios que podrían llegar al vecindario.
En torno a este punto, residentes y activistas consultados afirmaron que algunos promotores inmobiliarios están comprando tierras y “empujando” a los habitantes de esta comunidad a tomar decisiones, como irse del barrio, con el propósito de no entorpecer el desarrollo de proyectos “para gente de mucho dinero”.
No quieren ser otra Wynwood
Recientemente, algunas galerías de arte que funcionaban en la parte norte de Wynwood se trasladaron a la jurisdicción territorial de Little Haiti. “Lo hicieron posiblemente buscando rentas más baratas. Ahora en Wynwood todo es mucho más costoso que hace 10 años”, sostuvo Vanessa Urbina, vocera de la Fundación Mujeres Haitianas de Miami.
El barrio de Wynwood era hasta hace 20 años un territorio prácticamente abandonado y hostil, pero el urbanizador Tony Goldman, en la década pasada, adquirió 25 propiedades en aras de acometer la transformación del sector, luego que pintores y escultores realzaran la vida de la barriada con su presencia. El proyecto, al que continúan sumándose otros inversores urbanísticos, va convirtiéndose en un centro de arte similar a Soho, en Nueva York.