Foto: Mariela Lombard/EDLP
NUEVA YORK - Largas horas de espera, hacinamiento, falta de camas así como de personal médico son sólo algunas de las anomalías a las que tiene que enfrentarse una persona cuando acude a la sala de emergencia del hospital New York Presbyterian enManhattan, según se conoció ayer durante una audiencia pública.

“Le suministraron morfina sin mi consentimiento y no me permitieron trasladarla a otro hospital”, narró Martínez durante su testimonio en la audiencia pública organizada por elsenador estatal Adriano Espaillat.
“Las condiciones de la sala de emergencia del Presbyterian son deplorables, terribles y son similares a las de un país pobre del tercer mundo”, describió el legislador, que recalcó que se debe reconocer que el tratamiento que se ofrece en el New York Presbyterian se ha convertido en una historia de “dos hospitales”.
De acuerdo con el representante por el Alto Manhattan, “la sala de emergencias, a la que acude nuestra gente está abarrotada de pacientes, con tiempo de espera que excede el doble del promedio nacional y la falta de áreas privadas obligando a los pacientes a discutir su historial médico en áreas públicas”.
Carmen Pérez fue la semana pasada al hospital para que atendieran a su hija y tuvo que esperar por más de nueve horas antes de recibir atención médica. No es una historia nueva, “voy hace cerca de 20 años y siempre es lo mismo”, se quejó la mujer que en más de una ocasión, asegura, se ha cansado de esperar y se ha tenido que ir a otro hospital.
Marisol Alcántara, miembro de la Asociación de Enfermeras de Nueva York, calificó de “inaudito” el hecho que en la sala de emergencias funcionen dos sistemas. “Uno para la gente pobre, donde no hay privacidad para discutir sus dolencias, o los pacientes son atendidos en los pasillos. Mientras que el otro, es para gente de dinero, que cuenta con una sala de espera lujosa, cómodas sillas y comen a la carta”
En un comunicado, el hospital se defendió de las acusaciones. “Cada paciente que acude a un centro de New York-Presbyterian recibe la misma alta calidad y cuidado compasivo de nuestro dedicado personal”.
Asimismo, en la misiva se asegura que, en 2012, se inició una expansión de $100 millones en el servicio de emergencia para adultos, en respuesta a la creciente demanda. Una vez completado en 2017, el nuevo departamento comprenderá 45 mil pies cuadrados, el doble del tamaño actual, que estará equipado con 88 lugares de tratamiento que duplicará la capacidad actual.
“La falta de personal de enfermeras es el problema más grave. La realidad simple y dura es que hay demasiados pacientes por cada enfermera para cuidar”, testificó Anthony Ciampa, enfermero que trabaja en el Presbyterian desde hace casi 10 años, en el área de cardiología
Luego de la audiencia, en la que testificaron más de 30 personas, el senador Espaillat, aseguró que se propone llevar los testimonios al Departamento de Salud del estado para que se investiguen y se corrijan las anomalías
El Contralor Municipal, Scott Stringer, se mostró esperanzado en que la expansión prevista en el servicio de emergencia del Presbyterian ayude a solucionar el problema actual, pero añadió que hay que hacer más por éste y otros hospitales.
“Necesitamos un enfoque integral para reducir los tiempos de espera que se centre en proveer opciones de servicio adicionales para nuestras comunidades”, sostuvo Stringer. “Además de preservar las capacidades existentes de nuestros hospitales en los cinco condados”.