El Gobierno turco ha llamado a consultas este domingo a su embajador en el Vaticano, en una reacción de protesta contra el empleo del término “genocidio armenio” en un discurso del papa Francisco.
El embajador, Mehmet Paçaci, destinado en el Vaticano, ha sido llamado a consultas horas después de que Ankara convocara al nuncio papal y le entregara una nota de protesta, como primer paso de varias medidas de rechazo del discurso papal, según ha informado la emisora NTV.
Durante una misa en memoria de la matanza de armenios a manos del Imperio otomano en 1915, celebrada heste domingo en el Vaticano, el papa ha subrayado que la masacre “generalmente viene considerada como ‘el primer genocidio del siglo XX'”, un término que Turquía rechaza tajantemente.
Una declaracion “inoportuna”
“La declaración del papa es extremadamente inoportuna porque premia el racismo en alza, y también en vista del momento elegido”, ha asegurado el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, en un discurso recogido por el canal NTV.
En términos similares se ha expresado el titular turco de exteriores, a través de la red social Twitter. “La declaración del papa, que está desconectada tanto de los hechos históricos como de la base legal, es simplemente inaceptable“, ha asegurado en su mensaje Mevlüt Çavusoglu.
“Las ceremonias religiosas no son lugar para alimentar el odio y la animadversión mediante alegaciones infundadas”, ha añadido, en mensajes enviados desde Mongolia, donde se halla de visita oficial.
La primera reacción de Turquía ha consistido en convocar al nuncio papal en Ankara, Antonio Lucibello, para entregarle una nota de protesta. Hablar de un genocidio armenio ha creado “desilusión y tristeza” en el Gobierno turco y “abre la vía a la pérdida de confianza”, señala la nota, recogida por el diario turco “Hürriye.
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