Es decir, tras el paso del tiempo cosechamos lo que hallamos sembrado, de ahí los resultados como los ahora aquí tratados…, las consecuencias de los que estos sembraron.
Saddam Hussein, amo de un Estado, con el ejército más poderoso de su zona, 8 palacios, el yate más caro del mundo, temido, odiado y amado, todo hasta el fanatismo.
Terminó su ejército destruido, sus palacios quemados, sus estatuas derribadas, su yate hundido.
Adolfo Hitler tuvo el dominio de casi toda Europa y el control de las tres cuartas partes del mundo.
Terminó su vida escondido en un sótano, acosado por sus enemigos, viviendo en precarias condiciones y suicidándose en total impotencia.
Idi Amín Dada -fue soberano sin soberanía terror de todos los gobernantes africanos, multimillonario, dueño de harenes, vidas y propiedades.
Terminó su vida en el exilio, acosado, en reclusión “domiciliaria”, pobre, enfermo, loco, hambriento.
Rafael Leonidas Trujillo Molina-fue dueño absoluto de un Estado, capataz de una finca grande de millones de esclavos, árbitro del destino de los suyos y de otros en el exterior.
Terminó su vida emboscado por sus enemigos, tiroteado a diestra y siniestra, sin alguien que lo ayudara dando tumbos en solitario en un camino oscuro mortal, hasta caer sin vida. Estos hechos extraídos de la enciclopedia de Don Álvaro Arvelo hijo demuestran que, todo pasa excepto Dios; a el sea la gloria.
algomasquenoticias@gmail.com
Por Cesáreo silvestre Peguero.
Periodismo con sentido.
San Pedro de Macorís, Republica Dominicana.