En 1965, los médicos Gilvernet, Caralbs, Alférez y Hernando hicieron los primeros trasplantes de riñón en nuestro país. Casi cincuenta años depués, España encabeza la lista mundial de países que efectúan trasplantes, y no es nada nuevo: lleva 23 años ocupando esta posición.
Según el Registro Mundial de Trasplantes, en 2013 hubo en nuestro país 4.279 trasplantes que provinieron de 1.665 donantes, de forma que hemos llegado a la cifra de 35,3 donantes por millón de personas. Una marca admirable que sin duda despierta el interés de otros países como Estados Unidos (25,8 donantes por millón), o de la misma Unión Europea, que roza los 20 donantes por millón, y que tiene sobre la mesa el Modelo Español para lograr éxitos similares en el resto de países.
El Modelo Español (“Spanish Model”) en materia de trasplantes es el recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para todos aquellos estados que quieran mejorar la calidad de vida de aquellos ciudadanos que esperan un trasplante.
Los trasplantes en España suponen el 14% de todos los europeos y el 4% mundial, un dato inaudito para un país con poco más de 47 millones de habitantes. Pero no sólo España está de enhorabuena. Los trasplantes en el mundo han aumentado un 1,8%, y la región con un incremento más espectacular ha sido América Latina, con un 20% más respecto al año anterior.
El director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz -galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional de 2010-, declaró a Europa Press que espera que cuando acabe el año se superen los 36 donantes por millón, una cifra que nunca se ha logrado. “La solidez de los datos muestra que hemos aguantado muy bien la crisis al contrario que otros países de nuestro entorno. Esto es un ejemplo del buen funcionamiento del sistema, la confianza de la población que sigue donando los órganos, y de esfuerzo tremendo de los profesionales que los están manteniendo a flote”, ha afirmado Matesanz.
Rafael Matesanz inició a mediados de los años ochenta la andadura de la ONT en el antiguo Hospital del Rey de enfermedades infecciosas, junto con dos secretarias. En aquel momento, la ONT constaba sólo de tres personas. El problema fundamental era la escasez de donantes. Y esa conquista pasaba por el trabajo con espíritu positivo, desarrollando al máximo lo poco que se tenía y englobando a la mayor cantidad de profesionales posibles en un sistema organizativo que no existía y debía crearse con toda celeridad.
En este proceso la prensa jugó un papel determinante, porque siempre fue una aliada de la ONT y ayudó a multiplicar su mensaje para crear un sistema organizativo que había partido de la nada.
Desde la fundación de la ONT, España ha pasado de 14 donantes por millón a 35,4, y se ha convertido en ejemplo y referencia del resto de países del mundo. Pero lo más importante es que 4.279 personas siguen viviendo gracias a este modelo y, en el futuro, serán muchas más.
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