Nada menos que 2,800 presos serán trasladados a otras instituciones luego de que un número indeterminado de prisioneros, la mayoría migrantes con órdenes de deportación, tomaran el control de una parte de un centro correccional en el condado de Willacy, señalaron agencias federales.
“Las instalaciones quedaron en un estado inhabitable por los daños causados”
Medios locales reportaron que la protesta fue contenida en su mayor parte, pero la Oficina Federal de Prisiones (FBP) indicó el sábado en un comunicado que las instalaciones quedaron en un estado “inhabitable por los daños causados por la población recluida”.
Ed Ross, portavoz de la Oficina Federal de Prisiones, dijo que los reclusos que habían tomado el control ya fueron controlados, pero que las negociaciones estaban en curso el sábado en un esfuerzo para que el personal "recuperara el control total" del condado de Willacy Correctional Center.
"La situación no se resuelve, a pesar de que nos estamos moviendo hacia una resolución pacífica", dijo el portavoz del FBI Erik Vasys sábado por la noche.
Para controlar la situación fueron convocadas agencias policiales de otros condados, las cuales arrojaron gases lacrimógenos contra los manifestantes.
Ningún preso violó dos vallas de seguridad perimetral, y no hay peligro para el público, dijo.
Aunque se desconocen en detalle las razones de la protesta, el centro de detención ha sido criticado por organizaciones de defensa de los derechos civiles por ignorar la situación de los detenidos, además de haber supuestos problemas de hacinamiento.
Management & Training Corp., el contratista privado que opera el centro de la Oficina Federal de Prisiones, dijo que cerca de 2,000 reclusos mostraron su inconformidad el viernes porque están molestos con los servicios médicos y se negaron a realizar tareas de trabajo.
La FBP estima que el centro correccional, que es manejado por la empresa privada Management & Training Corp, alberga a unos dos mil 900 reclusos, la mayoría de los cuales tendrán que ser trasladados a instalaciones alternas.
Funcionarios declararon a medios locales que hasta dos mil reclusos pudieron haber participado en la manifestación, aunque se desconoce el número exacto, en su mayoría inmigrantes indocumentados.
De acuerdo con reportes preliminares, la protesta se inició cuando los reclusos se rehusaron a participar en la rutina diaria el viernes por la mañana.
Al menos dos guardias de la prisión y un recluso fueron reportados con heridas menores, de acuerdo con la televisora Action 4.
Autoridades dicen de 800 a 900 reclusos no participaron en los disturbios. Los presos recluidos en la instalación, que se encuentra en el sur de Texas ahora más de 200 kilómetros al sur de San Antonio, que alberga "delincuentes de bajo nivel" son principalmente los inmigrantes.
"Los reclusos están cooperando, y parece que están interesados en la resolución del asunto", indicó Michelle Lee, una portavoz del FBI en San Antonio, después de que en un principio las autoridades utilizaran gases lacrimógenos para recuperar el control del penal.
La prisión privada, a unos 200 kilómetros al sur de la ciudad de San Antonio, era un centro de detención de inmigrantes hasta que en 2011 se emitieron informes que indicaban prácticas abusivas, por lo que se procedió a su clausura, indicó Efe.
Un mes más tarde se volvió a abrir solo para "Extranjeros Criminales".
El Sindicato Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) alertó en un informe del año pasado que los presos de dicha prisión vivían en condiciones de hacinamiento y el penal se encontraba saturado, aunque medios texanos apuntan hoy que el motín fue en protesta por el precario servicio médico de la cárcel.
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