No es fácil encontrar una lección positiva de una tragedia aérea que ha inmerso de dolor a tantas familias y de distintos países. Nada es comparable al duelo que los familiares y amigos de las víctimas están viviendo.
Pero existe la necesidad de un duelo colectivo y la gente se junta para hacer cosas como un homenaje, un minuto de silencio o compartir un vídeo.
En estas circunstancias, ver el testimonio de un sobreviviente como Ric Elias que tenía un asiento en primera fila en el vuelo 1549, el avión que hizo un aterrizaje forzoso en el río Hudson en Nueva York en enero de 2009.
¿Qué pasó por su mente mientras el siniestrado avión caía?
Ric dice aprendió tres cosas: uno, que todo cambia en un instante y que no hay que posponer lo que queremos hacer en la vida. Dos: que había desperdiciado el tiempo en discusiones por culpa de su ego y que desde entonces no trata de tener razón, sino que elige ser feliz. Y tres: que morir no da miedo pero que da mucha pena por todo lo que iba a perderse de su vida.
Su mensaje termina invitando a los espectadores a pensar que no van a vivir para siempre y a plantearse cómo quieren vivir.
Los psicólogos afirman que compartir este tipo de contenidos puede servir para sobrellevar un duelo colectivo.
Dentro del momento de dolor y de inconpresión, un mensaje de optimismo.
3 cosas que aprendí mientras mi avión se estrellaba:
En Positivo
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