Todas las investigaciones tienen en común: requieren hacer preguntas, hipótesis, a obtener información y respuestas. Podemos decir que todas las técnicas de las ciencias sociales son pregunta algo técnico.
El término de búsqueda se utiliza en un sentido muy general y puede aplicarse á todo tipo de problemas en las ciencias sociales como ciencias naturales o físicas.
Aunque no siempre se especifica el calificativo de “científico”, queda implícito. Por lo tanto, la investigación debe incluir la exigencia general de rigor, pero libre de cualquier indicación técnica de cualquier noción de medios.
Abarca el concepto de experimentación, así como el de la observación y se utiliza a veces como sinónimo de investigación.
La encuesta, que tiene un sentido más restringido, más técnico y limitado a las humanidades, porque por su misma etimología, tiene la misión información oral.
Se trata de la correlación de elementos controlada y se aplica más bien una observación, el análisis, la explicación que el experimento.
Se podrá considerar la investigación como más orientada hacia la teoría o investigación fundamental, mientras que la encuesta concerniría más la colección de los hechos. La encuesta en sentido científico, implica un esfuerzo para cuantificar las informaciones recogidas.
Creando en general sus propios documentos, ella debe pues prever como ella los obtendrá. Fuera del objetivo mismo de la investigación, de la hipótesis emitida, ella supone pues un problema de concepción: ¿cómo transcribir la idea de salida en términos susceptibles de cuantificación?
La encuesta, lo más a menudo, busca a descubrir la distribución o la repartición de lo que se llama las variables, esto es, los factores que influyen sobre los resultados, por ejemplo en lo que concierne el voto: la edad, el sexo, la profesión; o las variables independientes en relación con una variable determinada, llamada dependiente, en una encuesta sobre la actitud de los dominicanos frente del control de los nacimientos, se buscará cuales son los factores de influencia: religión, instrucción, etc.…o en fin, las relaciones entre dos variables.
Una encuesta hecha en los Estados Unidos para estudiar la repartición de los votos según las profesiones, estableció que los citadinos votaban más que los campesinos, los campesinos iban más al mercado que los que vivían en sistema autárquico.
El término encuesta se utiliza también en un sentido amplio, hasta cuando se trata de un análisis o de una descripción cuyos resultados no son calificados. Un gobierno recoge informaciones, para saber si los ciudadanos están de acuerdo con su política. Una empresa quiere conocer las reacciones de su clientela sobre tal nuevo producto.
El sociólogo puede igualmente dirigir una encuesta concerniendo la manera en la cual las familias obreras gastan sus ingresos o la influencia de la instrucción sobre la movilidad social, etc.…
A falta de otros términos (no contamos por ejemplo con el equivalente del “social survey” anglosajón), tendemos a veces utilizar indistintamente estudio o encuesta. La encuesta conserva desde su origen un elemento oral: “la cuestión que”, que le es propia y que el estudio no comporta obligatoriamente.
En el área de vocabulario, también debemos considerar el hecho de que el lenguaje actual y especialmente periodístico, utiliza términos fácilmente y de entrevista una investigación acerca de los procesos que son poco científicos, mientras que en el vocabulario de las ciencias sociales, la encuesta y la entrevista corresponden técnicas rigurosas.
La idea de realizar encuestas, esto es, de buscar en la realidad elementos más precisos y objetivos que simples impresiones, es naturalmente muy antigua.
La primera encuesta conocida es probablemente la que señala el griego Heródoto, verdadero censo de la población y de los ingresos del pueblo egipcio. Ella data de 3 000 años antes de Cristo.
Siempre ha existido en las ciencias sociales, al margen de las tomas de posiciones filosóficas y mucho antes que nacieran las discusiones sobre el rol de la teoría o de la investigación, una tradición más o menos ininterrumpida de encuestas organizadas.
Esas encuestas, en su origen, no son nacidas de una voluntad de investigación sociológica, sino de la emoción que suscitaban las nuevas condiciones de vida de los trabajadores rurales, transformados en obreros de las ciudades por la revolución industrial.
Se sabe hoy que el aumento económico de Inglaterra permitió (salvo en las industrias antiguas amo adaptadas) un aumento del nivel de vida de la población. Las tasas mortalidad decrece gracias, parece, a una mejor alimentación. Pero las condiciones de alojamiento en las ciudades son atroces.
La miseria no aumenta sin duda, pero ella aparece a plena luz del día. Antes ella estaba diseminada, camuflada en el campo, atenuada por las costumbres locales, la solidaridad del vecindario.
Ahora se extiende cerca, acompañada de la enfermedad, de la borrachera, de todos los fenómenos de la desintegración social.
Ese estado de cosas suscitará las primeras encuestas, nacidas ante todo de un deseo de conocer la situación para reformarla.
En Gran Bretaña, uno de los primeros a tratar de recoger los hechos de manera objetiva y sistemática es John Howard (1726-1790), filántropo ingles preocupado de la reforma de las prisiones.
Ch. Booth (1840-1916). La situación de los “económicamente débiles” había hecho objeto en Gran Bretaña de descripciones movimiento inspirando á Charles y Mary Booth la idea de sustituir en el seguimiento de historias concretas impresionista y hechos verificables. Simplemente un grupo definido: los trabajadores en Londres en 1886, Booth comenzó su monumental estudio de los cuales el primer volumen apareció en 1892 y el décimo séptimo y último en 1897.
Gracias a su participación a la vida misma de los barrios obreros, pero también a la ayuda de entrevistas, de estadísticas, de análisis de comentos, Ch. Booth buscó las correlaciones entre los niveles de vida, la delincuencia, el modo de vida, el alojamiento, el tamaño de los niños, etc., y describe las condiciones de vida de los diversos grupos de trabajadores.
Con una notable modestia el autor declara: “La idea de base con la cual yo comenzaba a trabajar era que cada hecho en el cual yo tenía necesidad debía ser conocido por alguien y que no había a que recoger las informaciones y juntarlas.”
Lo que hace el valor de esos documentos, no es solamente la compilación estadística sino la personalidad misma del autor, que supo comprender y hacer vivir para sus lectores todo el pequeño pueblo de trabajadores londinenses. Como lo ha dicho R. E.Park: “Esos volúmenes constituían un estudio sociológico, se han convertido en un documento histórico.B.S. Rowntree trata de mejorar los métodos poco estandarizados de los Booth estudiando una pequeña ciudad de provincia inglesa: York.
En fin Arthur Bowley publica en 1915 un estudio comparativo de cinco ciudades industriales de tamaño mediano. Bowley utilizó por primera vez un muestreo estadístico, seleccionando una casa sobre veinte y se preocupó más que sus predecesores, del rigor de las técnicas utilizadas.
Por su lado, Francia con un poco de atraso, la industrialización provoca los mismos efectos, suscita las mismas investigaciones y deseos de reformas. El informe presentado por Villermé en 1846, a la Academia de las Ciencias Morales y Políticas, constituye un documento condenatorio sobre la situación de los trabajadores, en particular sobre la utilización de los niños, desde la edad de seis años en las minas.
Los estudios de Villeneuve Barjemont son salidos de las mismas preocupaciones.
- Le Play (1806-1882) fue el primero a utilizar lo que los Americanos denominaron más tarde el Case study, esto es, un conjunto de documentos concerniendo un individuo o una situación. En una concepción muy moderna, Le Play llama a los economistas, ingenieros, sociólogos, para estudiar con él el nivel de vida de los obreros y se esfuerza de utilizar no solamente la observación participación, sino todos los medios de recoger los datos cuantitativos sobre los diversos elementos de la vida de una familia, en particular el presupuesto.
Los seis tomos de su obra, “Los obreros europeos”, representan el trabajo de más de veinte años y han valido a su autor una gran audiencia internacional. Sus métodos han inspirado el desarrollo de la investigación en los Estados Unidos.
Ya en los Estados Unidos, como en Gran Bretaña y en Francia, las primeras encuestas de inspiración más realista que científica y constituyen una descripción de la condiciones de vida de ciertos grupos de poblaciones. Esta búsqueda de informaciones reales obedece también a los motivos humanitarios y a menudo políticos. Se trata ante todo de reformar lo que existe. La encuesta al comienzo tiene por nombre “social survey”. Esta se define como la descripción de un sector de la vida social, el análisis de los factores que la influencian esa influencia para ayudar a formular un programa de reformas, a menudo con el apoyo de la opinión pública, sensibilizada por la publicación de los resultados de la investigación. Es por lo que, las primeras encuestas americanas dependen más del periodismo que de la sociología.
Desde 1930, con la crisis, el New Deal y la presidencia de F.D. Roosevelt, las encuestas de información son más ampliamente utilizadas y se convierten uno de los medios de decisión política. Dos factores han conducido esta transformación. De una parte los métodos han alcanzado un grado de gran precisión, de otro lado y sobre todo, las concepciones el poder han considerablemente evolucionado.
Hemos visto hasta aquí, las encuestas a motivos humanitarios, a la reforma o al menos información, investigaciones llevadas a cabo por métodos no rigurosos o de otro modo puramente estadístico. A investigaciones en una búsqueda en unos fines científicos más específicos. Para llegar ahí, dos condiciones debían estar reunidas. Primero era necesario que los sociólogos ya no se conformar con reflexionar sobre la documentación recopilada por los demás, pero ellos aceptan ir al campo. Entonces, los métodos de observación y recopilación de datos deberían ser más estrictos. Estos son los antropólogos que llevaron a los sociólogos un encuentro con el primer requisito y psicólogos que les dieron el ejemplo de cuantificación. Bajo esta doble influencia van a nacer, al lado de los social surveys, que continúan a multiplicarse, las encuestas sociológicas de corte científico, que los Ingleses llaman field studies. Nuestro término de encuesta recubre unas y otras y la diferencia entre los social survey y los field studies parecen en la actualidad bien a menudo inexistente.