Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. -Filipenses 4:13

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios será contigo en donde quiera que fueres. Josué 1:9

Periodista Cesáreo Silvestre Peguero, editor de este portal Web.

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martes, 22 de julio de 2008

Sí, nos pertenecemos

Aunque nos alineemos por el individualismo, el uno requiere del otro. Cuando esto no lo reconocemos, nos hacemos portadores del egocentrismo que hace mirarnos ha nosotros y obviar ha los otros... La presente leyenda es el vestigio de esta introducción. Paulo Coeho relata en el interesante prologo de la obra el alquimista en la que se debela que, un hermoso joven todos los días iba a contemplar su propia belleza en un lago.
Estaba tan fascinado consigo mismo que un día se cayó dentro el lago y se murió ahogado. En el lugar donde cayó, nació una flor, que fue llamada narciso. Pero no era así como Osear Wilde acababa la historia: Él decía que, cuando Narciso murió, vinieron las Oréades —diosas del bosque— y vieron al lago transformado, de un lago de agua dulce, en un cántaro de lágrimas saladas.
— ¿Por qué lloras? —le preguntaron las Oréades. —Lloro por Narciso —respondió el lago. —iAh, no nos asombra que llores por Narciso —prosiguieron ellas—.Al fin y al cabo, a pesar de que nosotras siempre corríamos tras él por el bosque, tú eras el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza. — ¿Pero Narciso era bello? —preguntó el lago. — ¿Quién podría saberlo más que tú? Respondieron, sorprendidas, las Oréades—.Al fin y al cabo, era en tus márgenes que él se inclinaba para contemplarse todos los días.
El lago se quedó algún tiempo callado. Finalmente, dijo: —Yo lloro por Narciso porque cada vez que él se inclinaba sobre mis márgenes yo podía ver, en el fondo de sus ojos, mi propia belleza reflejada.
En el día a día se implementa la practica de las señaladas actitudes asumidas "¡en el lago y en Narciso que solo se veían en animismos!", similar al centralismo que prima en muchos…
Si viésemos el valor de otros como el de nosotros, disfrutaríamos el placer de reconocernos, sin necesidad de la egocéntrica manera de actuar que no nos permite al otro valorar.
Si estas referencias le han hecho cambiar, me lo pueden manifestar.
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Por Cesáreo silvestre Peguero.
Periodismo con sentido.
San Pedro de Macorís, Republica Dominicana.