Más de 700 millones de personas en el mundo son analfabetas, una cifra que en el caso del colectivo femenino alcanza casi los 500 millones. Las mujeres son las primeras damnificadas, cuya brecha de escolarización responde a menudo a actitudes sexistas además de la consabida situación de pobreza.

Ya de adulta se topó con la dura realidad del analfabetismo en un tan gesto cotidiano como leer un número. Cuando su madre enfermó de cáncer y fue a visitar el médico se le destinó la habitación 105 del hospital, pero Devi no sabía reconocer el número 105. Ambas, avergonzadas, volvieron a casa sin el tratamiento médico necesario.
No obstante en lugar de hundirse Devi encontró en esta experiencia el impulso para su transformación personal. Gracias también a la ONG Read Global emprendió el camino de la alfabetización y es hoy una mujer que disfruta con la literatura.
A raíz también de aprender a usar el móvil encontró el material necesario en favor de la educación de otras mujeres.
Desde 1991 Read Global apuesta por el conocimiento. Lo que nació como una idea de una biblioteca rural se ha convertido en una red de centros educativos en Bután, la India y Nepal que ofrecen asistencia a 2 millones de pobladores rurales.
En la actualidad centran su programa en base a tres iniciativas: el despliegue de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), un sistema de monitorización y evaluación para medir el impacto, y sostenibilidad de acuerdo a los vínculos entre las empresas y comunidades asociadas.
Tal y como apeló en su día la joven Malala Yousafzai ante la ONU “Tomemos los libros y las plumas porque son nuestras armas más poderosas. Un libro y una pluma pueden cambiar el mundo”.
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