Mucho se ha habla acerca de la crisis que vive el periodismo nadando entre dos aguas (papel y digital) y a veces en tierra de nadie. Sin embargo y aún no negando esta compleja realidad sería catastrofista augurar la extinción de un servicio tan necesario. Parece entonces más certero de acuerdo a la reestructuración de formas creer que el periodismo como lo conocíamos ya no existirás más, pero su esencia seguirá incólume.
Así lo consideran también los grandes medios periodísticos que en un ejercicio de valentía y humildad a un tiempo exploran nuevas ideas para ofrecer a la audiencia un mejor producto.
Recién conocíamos que la BBC ha lanzado una plataforma ‘Taster’ para “desafiar al narrador a la hora de contar la historia de una manera diferente, es decir contar la historia de una manera que se aprovecha lo que la tecnología pone a disposición”, en palabras de Ralph Rivera, director de BBC Future Media.
Porque si algo queda claro es que las nuevas tecnologías representan ese camino con destino a ofrecer la máxima calidad. Ahora hallar la fórmula/s correctas se augura el paso más difícil, y es por eso tan necesaria la experimentación.
En concreto ‘Taster’ pretende ser catalizador de varias ideas experimentales orientadas a la multiplataforma a través de Internet, radio y televisión. Destacando además el protagonismo que gana la audiencia desempeñando funciones interactivas “Sabemos que la interactividad puede impulsar la participación, y, obviamente, hay diferentes enfoques para el video online” asegura Will Saunders, director creativo de la BBC para la televisión digital.
Precisamente la cadena británica ha elaborado un informe aventurando cómo se consumirá y producirá contenido en las próximas décadas. En esta línea advierte que en el 2020 los programas girarán en torno al protagonismo del espectador mientras que en 2030 internet será el escenario donde todo el mundo vea la televisión, por lo que se consumirá más video.
También hace hincapié en la relevancia del periodismo local que necesariamente pasa por la presencia del periodista, sí o sí in situ, en el lugar de los hechos.
Lo que no se abandona y gana enteros es la máxima de calidad, oséase los fundamentos del modelo tradicional (contar fuentes, transparencia, rigor y compromiso social) que serán más si cabe imputs diferenciadores de los medios. Todo ello aderezado con un giro de creatividad para ofrecer historias originales.
En cuanto a la financiación, y por tanto sostenibilidad de los medios, la tendencia a seguir se llama publicidad digital. Así lo corrobora por ejemplo The New York Times que en el último periodo ha sumado esfuerzos en la actividad digital, en especial con la puesta en marcha de su suscripción digital basada en un muro de pago que permite que los usuarios puedan consultar un máximo de diez noticias al mes de manera gratuita. Ahora si quieren leer más deberán suscribirse.
De momento los resultados son esperanzadores y casi alcanza el millón de suscriptores, cifra que esperan agrandar a lo largo del año.
Los números no engañan pues el rotativo neoyorquino cerró el pasado año con un aumento del 0,7% de sus ingresos -1.588,5 millones de dólares-. Sin duda unos resultados alentadores que invitan a mirar el futuro con cierto optimismo.
Cristina Grao Escorihuela
Redacción
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