Cuando oímos hablar del cerebro, lo más habitual es que esperemos una retahíla de conceptos técnicos nada fáciles de entender. Estamos acostumbrados a la complejidad de la jerga médica, sin embargo, este órgano es parte fundamental del comportamiento humano y las emociones, por lo que su estudio trasciende las barreras de lo estrictamente clínico.
Este es el planteamiento que presenta el neurólogo argentino Facundo Manes. En su libro, Usar el cerebro, aborda todos los aspectos de este motor de la naturaleza que, según plasma en su libro, contiene más neuronas que estrellas hay en nuestra galaxia.
A Manes la medicina le viene de familia, su padre ejercía en un pueblo eminentemente rural. Él, por otro lado, ha desarrollado su carrera a lo grande: un descubrimiento mientras investigaba en Boston (Estados Unidos), le hizo merecedor del premio al Joven Investigador de la Asociación Americana de Neuropsiquiatría.
Aunque llegó con un nivel bajo de inglés, cuenta que le resultó más traumático el paso de su lugar de origen a la ciudad de Buenos Aires, donde estudió la carrera de medicina. Y esa incongruencia se explica con que “el cerebro crea la realidad”, afirma Manes.
Eso significa que nuestra actitud influye de manera decisiva en la respuesta emocional y, de ahí, el cerebro, interpreta su realidad.
“La manera en que pensamos es la manera en que sentimos”.
Si yo pienso que usted está defraudada conmigo, me voy a sentir mal; si pienso que está gratamente sorprendida, me voy a sentir bien; pero en realidad yo no sé lo que usted piensa, lo va a fabricar mi cerebro”, explica el neurocientífico en una entrevista reciente.
El planteamiento del médico argentino pasa por conocer nuestra materia pensante en su totalidad: conciencia, inteligencia, emociones. De esta manera, podremos cuidar de nuestro cerebro como cuidamos ya de otros órganos vitales como el corazón.
Para empezar, es fundamental deshacerse de pensamientos tóxicos. Otras medidas a aplicar son: un buen descanso, ejercicio físico diario y meditación. Dormir bien conllevará un buen funcionamiento del sistema inmune y el hormonal, además de consolidar la memoria; la meditación (no necesariamente religiosa) ayuda a eliminar el estrés, y el ejercicio físico crea nuevas conexiones neuronales y potencia la creatividad.
Aún así, Manes no le da excesiva importancia a olvidar ciertas cosas: “el olvido es parte esencial de la memoria. Somos seres emocionales, la emoción guía la conducta: recordamos lo que nos emociona”.
Usar el cerebro lo publica la editorial Paidós del grupo Planeta. Está destinado a dar a conocer el funcionamiento de “la estructura más compleja del universo” al gran público.
Ana Sánchez
Redacción
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