El papel de la tecnología está siendo primordial para que las personas adquieran un mayor compromiso tanto con la política como con la democracia en sí, no solo durante el período de elecciones sino todo el tiempo.

Un panorama que cambia en Estonia. Los habitantes de la república báltica pueden acceder a distintas funciones básicas del gobierno mediante un portal web y las reuniones del gabinete se desarrollan en línea a tiempo real. Pero su gran iniciativa es un sistema de votación en línea con el que se admiten los votos estonios que sean realizados desde cualquier parte del mundo.
Mundo real y mundo digital
Para traducir este enfoque al mundo real y que no exista solo en el digital, los funcionarios estonios están complementando la difusión en línea con los festivales del mundo real y en ellos los habitantes pueden reunirse y deliberar sobre temas importantes.
Para traducir este enfoque al mundo real y que no exista solo en el digital, los funcionarios estonios están complementando la difusión en línea con los festivales del mundo real y en ellos los habitantes pueden reunirse y deliberar sobre temas importantes.
En América Latina, por su parte, es muy común el presupuesto participativo, que posibilita a los ciudadanos decidir cómo se gastan los fondos públicos mediante foros en línea y acceso digital a los datos financieros pero, sobre todo, con interacciones cara a cara para debatir.
Una mayor participación ciudadana
La participación digital no solo se puede favorecer a través del voto en línea. Mediante una plataforma de colaboración masiva, un grupo de activistas de los derechos de los homosexuales pidieron en Finlandia apoyo para llevar al Parlamento un proyecto de ley que permitiera el matrimonio neutral. Su éxito fue tal que consiguió más de 160.000 firmas, más del triple de lo necesario.
La participación digital no solo se puede favorecer a través del voto en línea. Mediante una plataforma de colaboración masiva, un grupo de activistas de los derechos de los homosexuales pidieron en Finlandia apoyo para llevar al Parlamento un proyecto de ley que permitiera el matrimonio neutral. Su éxito fue tal que consiguió más de 160.000 firmas, más del triple de lo necesario.
Eso sí, este no es un caso aislado. En Brasil, plataformas en línea han permitido a los ciudadanos colaborar en la redacción del Marco Civil de 2014, un proyecto de ley pionera con los derechos de los usuarios de Internet del país.Esto es muestra del compromiso de la comunidad con el progreso de la sociedad.
La democracia digital está fomentando el compromiso ciudadano. Además, las diversas formas de participación disponibles están demostrando el poder que posee la ciudadanía para colaborar y decidir cómo quiere que se desarrolle la sociedad en la que viven.
El problema, aunque ya se van encontrando soluciones, radica en conseguir que dichos logros sean posibles también cara a cara.
Natividad Benéitez
Redacción
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