Corría el año 1954 cuando el médico Joseph Murray asumió el reto del primer trasplante de riñón de la historia. Años después Murray fue reconocido por su hazaña con el Premio Nobel de Medicina 1990. Ahora no encontramos en ciernes de vivir otro momento histórico en esta disciplina que salva millones de vidas al año.

Contabilizando sólo EE.UU más de 100.000 personas están en la lista nacional de espera de un riñón para trasplante, por contra sólo se efectuaron 17.878 trasplantes de estos órganos. Este hecho pone de manifiesto la dificultad de encontrar un órgano compatible donante /receptor más allá del tipo de sangre o tejido. Un buen porcentaje, 30 % de las personas son sensibilizadas y reaccionan al tejido rechazándolo.
Sin embargo una revolucionaria técnica venida desde EE.UU permite salvar este problema con las consecuencias positivas que eso conlleva al reducir plazos y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Un equipo de investigadores de este país mostró el procedimiento –llamado desensibilización– que consigue ajustar exitosamente el sistema inmune de pacientes sensibilizados para permitirles aceptar riñones de donantes no compatibles.
Esta desensibilización implica filtrar la sangre del paciente para retirar los anticuerpos que podrían atacar el riñón donado. El paciente debe tomar medicamentos que lo protejan mientras su sistema inmune regenera sus propios anticuerpos.
El estudio que ha sido publicado en The New England Journal of Medicine está ampliamente contrastado ya que se realizó en 22 centros médicos con 1.025 pacientes que recibieron trasplantes de riñón y a quienes se siguió durante ocho años. Los propios expertos describen el estudio como “revolucionario” y además podría abrir la puerta para extender esta técnica con otros órganos, como hígado o pulmón.
Cristina Grao Escorihuela
Redacción
Redacción
No hay comentarios:
Publicar un comentario