Por Cesáreo Silvestre Peguero
No hay mayor gozo que vivir desde la entrega sincera...
Cuando hacemos las cosas por convicción, y no por obligación, el alma descansa, y el corazón se llena.
En cada labor, en cada gesto, cuando devolvemos a Dios lo que de Él recibimos, cuando amamos sin ataduras y cultivamos amistades sin máscaras,
entonces vivimos de verdad. La espontaneidad...
esa que nace del alma libre, nos permite crear con esmero y vivir en armonía. La felicidad no está en lo que ostentamos,
sino en los pequeños valores que nos dignifican por dentro.
Aunque el mundo corra tras grandezas pasajeras,
aunque muchos caminen de espaldas a lo eterno,
vale la pena ser distinto.
Sí…
Vale la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario